lunes, 11 de octubre de 2010

Motivación de la investigación

La investigación que elijo  y que nombro como:“ Creencias y rituales”  nace de un interés personal,  pero que también atraviesa el plano de lo colectivo, pues los seres humanos estamos buscando verdades, y nuestra vida se construye alrededor de unas creencias, bien sean elegidas, impuestas, que se asuman con fervor, fanatismo o indiferencia; y estas creencias  ( aclaro que el tipo de creencias, ya que la palabra puede ser ambigua, al que me refiero está delimitado en las creencias de orden espiritual, religioso, existencial.) suelen estar acompañadas de ciertos rituales; enfoco mi investigación en las personas, tanto líderes como participantes, de ceremonias de yagé, y de una forma de vida que puede denominarse como “El camino rojo.” ¿Por qué elegí ese tema? Podría mirar en mi historia personal una serie de transformaciones en el nivel de lo que he creído y ahora creo, de lo que he practicado y ahora practico, que me llevan a cuestionarme cómo es que doy un giro tan radical frente al escepticismo de todo este tipo de rituales y creencias, y luego paso hacer parte de ellas, sintiéndome muy compenetrada y encaminada en mi sendero espiritual.
Mi relación académica con este universo, se deriva de esa inquietud interna y también de la necesidad de mostrar una búsqueda espiritual que a mi parecer es muy liberadora, en comparación a una gran  multitud de religiones y prácticas, que se sustentan en el pecado, en juzgar, en el miedo, en llevar una vida de restricciones,  esperando un cielo al que ninguno de sus predicadores ha ido  pero que prometen como si les perteneciera. Retomando lo que he dicho en el principio elabore  para la clase de Prensa una serie de reportajes sobre: el yagé, el temazcal, la ceremonia de cuatro tabacos y  algunas fotografías de los anteriores.   
Uno  de mis puntos de interés es estudiar la diversidad , la integración de  diferentes culturas, prácticas y elementos que componen el camino rojo, o lo que actualmente se considera como ello, pues su raíz no era tan polifacética. Entre esa diversidad encuentro que se retoman creencias y rituales de algunas culturas norteamericanas indígenas, indígenas del Brasil, del Putumayo, comunidades indígenas peruanas y bolivianas, acercamientos al Candomble, el Santo Daime, el chamanismo, los kurakas, algunas religiones hindú, entre otras. Me interesa acercarme a comprender como se configura este sendero a partir de otros, y como genera nuevas prácticas y postulados. Además explorar la relación que se tiene con el cuerpo, desde el punto de vista energético, las creencias, cuidados, los usos,  los objetos, la apreciación y vivencia corporal  que se tiene a partir de la teoría de que somos energía más allá de solo ser materia, y que esta energía tiene unas potencialidades pero también unos riesgos de “contaminación”, que deben ser previstos para protegerse y en esta concepción diversos objetos y espacios toman importancia, por ejemplo, determinados collares para protegerse, consumo de plantas que son llamadas “medicinales”, técnicas de relajación, incluso modos de vestirse con los que se asume uno podría estar sintonizándose de mejor manera con campos energéticos del universo, un caso sería  el uso de la falda en las mujeres cuando están pasando su luna, o sea, su periodo menstrual, y en los hombres en el ritual del temazcal usar una falda especial que se dice los conecta con la madre tierra y su poder femenino.