Investigación

¿Qué es el camino rojo?


Encontrar información escrita acerca del camino rojo, me resulto  bastante difícil ya que es una tradición de origen oral, y  si bien se ha escrito sobre los rituales o creencias que lo componen, no es mucha la información a cerca de la totalidad de esta forma de vida; corrí con la suerte de hallar un muy buen escrito sobre esta tradición, elaborado por Juan Camilo Restrepo, "Ka kawak" ( nombre sagrado con el que es reconocido en los círculos medicinales o ceremonias de yagé, temazcales, peyote, entre otras.) Ka kawak, hace parte  del camino rojo actual y participa activamente de las ceremonias que se llevan  acabo en los lugares donde estoy observando y participando, Considero relevante adjuntar en su totalidad este escrito para enmarcar y definir el universo en el que estoy  desarrollando la investigación.



"He estado tratando de escribir esto desde hace una semana. Hablar sobre el Camino Rojo de los Abuelos. Pero me he dado cuenta que no puedo hablar sin que mis palabras sean dignas. Así que lo que haré es tratar de hacer mías sus palabras:

En primer lugar la razón por la cual hay pocas palabras escritas sobre el Camino Rojo es que es contraria a la idea de que lo escrito es la palabra legítima, pues esta, la palabra escrita niega la palabra hablada. Si no esta escrito no existe dicen lo que están fuera de este camino. Y el Camino Rojo es una tradición oral, ¿Cómo puedes capturar aquello que es sutil y que sucede en un breve instante?. Si lo capturas deja de ser temporal y pierde su vida. ¿Porque el poder de la palabra oral? Por que este mundo fue creado por el pensamiento de los seres sagrados y realizado por su palabra. Seres con los que se habla con nuestros rezos, palabras y cantos. Por eso la madre natural del hombre es la naturaleza y por consiguiente la Tierra. Nosotros pertenecemos a la Tierra por eso forma parte ella de nuestra religión. Las enseñanzas y las ceremonias giran en torno a ella y destruirla es acabarnos a nosotros.

Decía el jefe Seatle: “…Cada parcela de esta Tierra es sagrada para mi pueblo. Cada mata brillante de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en lo oscuro del bosque, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas… Todo lo que ocurra a la Tierra les ocurrirá a los hijos de la Tierra. El hombre no tejió la trama de la vida: él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace así mismo”.

¿En que creemos aquí? En Wakan Takan, el supremo padre. Wakan Takan es la fuerza invisible, sin rostro que lo atraviesa todo. Es la fuerza que nos sostiene aquí adentro y que ha generado una tradición que viene de lo que le llaman Pueblos de Origen (los pueblos originarios de América) y que esas tradiciones mantienen y sostienen el espíritu de un pueblo (anima mundis le llaman algunos). Un pueblo sobrevive gracias a su fe, a sus creencias, a sus tradiciones que le dan no solo una personalidad; si no que también le da un alma colectiva. Un espíritu que representa a un pueblo. El Camino Rojo representa eso para varios.

El Camino Rojo es una Tradición que se compartió en América desde Alaska hasta la Patagonia y que era mucho más antigua que las culturas prehispánicas más renombradas, pues les dio una semilla con la que germino cada una de ellas. Las ceremonias de la Danza del Sol son parte de lo que sobrevive de esta Tradición de origen. La Danza del Sol “actual” debe de tener cerca de 3 mil años de edad y representa y muestra lo que era el chamanismo antiguo en donde todavía no había dioses y toda una complejidad religiosa y viene casi de la misma época del inicio de la agricultura. Son parte de algo que se le llama el Camino Rojo dentro de los indios norteamericanos. América se le llamaba Isla Tortuga. Y en el Camino Rojo se ha sobrevivido tanto tiempo porque si bien puedes matar al hombre no puedes matar su palabra. Es un modo de vida en donde se busca relacionarse con el Águila (o Gran Espíritu –Wakan Tanka), el espíritu creador que nos dio vida; al Padre Cielo y a la Madre Tierra; a los Abuelos (los espíritus de los que han muerto y que son lideres espirituales); los Ancestros (los que han muerto y nos antecedieron y que nos guían, los hombres sagrados); y con los seres de la naturaleza. Aquí el chaman o mejor dicho hombre medicina guía, sana y defiende a los suyos con su sangre protegiendo la verdad, la justicia y el bien común. Es buscar ser parte del Todo, ninguna criatura es superior o inferior, todas son necesarias para el Gran Círculo. El Camino Rojo es la herencia de sangre del indígena. La sangre es lo que representa al espíritu en el cuerpo.

El Camino Rojo no es luchar por el hombre o volverse todopoderoso, sino luchar contra las fuerzas que alteran el orden y buscar un balance. ¿Cómo puede ser el hombre mejor que los animales? Lo único que podemos enseñarles es a amar, pero ellos nos lo pueden enseñar todo. Ellos son puros y sin faltas. Nosotros no. ¿Qué cosa esta más cerca del Creador que alguien sin faltas? Lo que tenemos es por el Creador y lo único que podemos ofrecerle realmente que nos pertenece es a nosotros mismos, sin embargo también recordemos que nuestro cuerpo nos lo da para cierto tiempo.

También tenemos a la Abuela Luna, lo femenino. Al Abuelo Sol, lo masculino. A las cuatro razas: la roja, la blanca, la negra y la amarilla. Todos somos uno. Ni una mayor ni otra menor. Y cuando se danza aparecen los Guerreros y los espíritus que representan las Cuatro Razas. Antes de que los europeos descubrieran a la Isla Tortuga ya se les conocía a ellos y a las demás razas. Y son a los Abuelos y a los honorables ancestros de esas razas a las cuales también se les honra y se les danza. No hay nombres. No hay alguien más alto. Solo hay espíritus con más experiencia y sabiduría.

La Danza del Sol es danzarle a todo ello. Es una serie de ceremonias en las cuales se les agradece a los Espíritus y se forman Guerreros. No Guerreros de papel o que hieren, se trata de formar hombres que se hacen conscientes de si mismos y se miran hacia dentro. Que buscan trascender sus propios errores y defectos. Son guerreros porque con quien luchas eres contigo mismo, el único enemigo a vencer; y que mas que enemigo es enfrentar a las fuerzas contradictorias que viven dentro de nosotros.

La Danza del Sol es cruda, porque no puedes escapar de ti mismo ni engañarte. Se ofrenda tu dolor para liberarte de el y para tomar el dolor de aquellos que ya no pueden soportarlo; es tomar su lugar brevemente y hablar con los espíritus para que los conforten y guíen mientras les ayudas a sostenerse. En la danza ofrendas tu carne porque no hay nada más que dar. Porque nada más te pertenece realmente, todo lo demás solo es temporal y es prestado. Se ofrenda una parte de la carne para regresar a la Tierra sus regalos, para alimentarla, para honrar.

Voy a repetir unas palabras de Oso Parado:
¿Es un indígena americano nativo sólo aquel que puede dar muestras de que es uno de pura sangre? ¿Es un mestizo que usa atuendos indígenas un nativo americano? O, ¿Puede cualquiera ser un indígena? Puede ser todo esto, o nada de esto; no hay diferencia. Todos somos humanos. Como enseña Woableza, mi hermano lakota, todos somos de "la raza de cinco dedos".

Esa es la danza, eso es el Camino Rojo.



¿Cuales son las ceremonias dentro del Camino Rojo?


También es necesario hablar sobre el punto central del Camino Rojo. Hablamos de Wakan Takan, el tiene varios nombres, Ukansilae es uno de ellos. A él no lo podemos abarcar, a veces también se le llama Gran Misterio. Se dice que las religiones más pacíficas son aquellas que saben que existe un Creador, pero que no lo tratan de comprender. Eso es algo mas allá de lo que podría hacer la mente humana. Lo que si podemos comprender un poco es la sagrada pipa. Y para ello tengo que hablar de la mujer búfala blanca o mujer cría de búfalo blanco. Cuenta Black Elk, uno de los Ancestros que dos hombres que estaban cazando vieron venir hacia ellos una bellísima mujer enteramente vestida de blancas pieles de alce. Uno de los cazadores, que la deseo, fue aniquilado por ella. El otro fue enviado al campamento con el encargo de decir a su pueblo que se hicieran los preparativos necesarios para recibirla. La mujer llegó trayendo consigo la pipa sagrada e instruyó a los lakotas en los siete rayos en que debía utilizarla. A continuación, después de transformarse sucesivamente en cría de búfala, en búfala blanca y en búfala negra, desapareció. Se habla aquí en México que ella vino de aquí. Recorriendo toda América para dar vuelta en el Norte. En la última frontera que es ahora Canadá.

Cuando llego el tiempo de la llegada del hombre blanco la Tradición fue exterminada pero se mantuvo viva por los hermanos del norte, quienes la trajeron hace unos años de vuelta a nosotros. Los cantos se perdieron en su mayoría, así que se usan los cantos de los Abuelos lakotas o en náhuatl. ¿Por qué?. Porque el tiempo le da fuerza a un canto, porque quienes los cantaron la cantan de nuevo cuando nosotros recordamos las viejas canciones. Porque cuando cantamos ello somos sostenidos por la fuerza de los Ancestros y sus actos, los cuales no debemos deshonrar mientras sostenemos nuestra voz con nuestros actos. Aquí en México es así como el Camino Rojo es sincrético: náhuatl-lakota. Pues ambos pueblos son hermanos y son los norte quienes regresaron para sostenernos mientras recordamos de nuevo este camino. Pero es entonces que debemos de regresar a hablar de nuevo de la pipa sagrada.

La pipa de la mujer Búfalo todavía existe, se conserva en un envoltorio sagrado (Sacred Pipe Bundle) no lejos de Green Grass, en la reserva Cheyenne-River de Dakota del Sur. Su actual guardián es Arval Looking Horse, miembro de una de las familias allí residentes. Esto significa que, aun a fines del siglo XX, la pipa sagrada no ha perdido nada de la veneración religiosa que desde sus orígenes le profesan los lakotas. A la pipa sagrada también se le llama Pipa de la Cría de Búfala (Buffalo Calf Pipe), o Pipa de la Cría (Calf Pipe), porque viene de un pueblo de "búfalos". Cuentan los hermanos del norte que al principio, los seres humanos vivían, junto con los bisontes y los demás animales de caza, en un gran antro subterráneo. Tokahe, un joven constituido en jefe, los condujo hasta la superficie terrestre sorteando durante esta empresa múltiples dificultades. Llegados a su destino, los hombres tuvieron que aprender a procurarse el sustento cazando animales, a levantar tiendas y a vestirse. Así Tokahe y sus amigos fueron el primer pueblo del mundo y sus hijos son los lakotas. Por eso a los seres humanos se les llamó wicasa akantula "hombres de arriba".

En los Abuelos lakotas no distinguían entre natural y sobrenatural y tampoco veían ninguna oposición entre humanidad y naturaleza o entre naturaleza y cultura. En su mente, hombres y naturaleza formaban un todo invisible. Distinguían, en cambio, entre lo general o habitual y lo extraordinario o incomprensible. Lo más incomprensible para ellos era el universo. Ni lo conocían bien ni podían en modo alguno controlarlo. De ahí que se sintieran embargados a la vez de respecto y temor ante los misterios de ese universo, que lo veneraran y, con sus limitados medios, trataran de influir en él dentro de lo posible. Los lakotas designaban esta incomprensibilidad del universo por el nombre de Wakan. Wakan también significa todo aquello que es difícil comprender.

La suma total de lo incomprensible era Wakan Tanka el Gran Misterio. Así se le llama a todo lo misterioso, poderoso o sagrado, sin principio ni fin. Wakan Tanka había creado el universo, Wakan Tanka no es un individuo es la totalidad de lo existente y a la unidad cósmica. Es la "fuerza del universo", que no admite ningún tipo de personificación. La influencia del cristianismo llevó a que los lakotas designaban a Wakan Tanka por el nombre de Gran Espíritu y que éste llegara a identificarse con el Dios Cristiano.

Los chamanes, llamados por los oglalas y lakotas wicasa wakan "hombres sagrados" podían influir en las fuerzas del universo. Basándose en sus experiencias personales, trataron de establecer un orden en la comprensión de Wakan Tanka. Comenzaron por clasificar los seres wakan conforme a su número sagrado, el cuatro, bajo el nombre de Tobtob kin (los cuatro veces cuatro), grupo de dieciséis potencias wakan de disposición benévola, concebidas generalmente por los lakotas como espíritu o dioses. A muchos de estos entes, no humanos, se les atribuían algunas características humanas. Entre ellos figuraban ciertos fenómenos de la naturaleza como el Sol, La Luna, el viento, el trueno, la Tierra, las rocas, etc. , y toda una serie de espíritus invisibles.

Además de esa categoría de seres wakan, había una segunda en la que se incluían los que usaban de su poder con fines nocivos. Wakan no era, pues, una fuerza neutral, sino algo que se manifestaba para bien o para mal.

Los hombres sagrados eran obviamente los únicos hombres capaces de abarcar en su totalidad el intrincado sistema de los seres wakan. Por otro lado, se servían de un idioma ritual que dificultaba a los demás el acceso a los misterios religiosos, de donde podemos deducir que sólo unos pocos conocían esa compleja estructura. En general, los Abuelos equiparaban a Wakan Tanka con el Sol, en el que veían la máxima fuerza del universo.

Los chamanes, que controlaban a los seres wakan, recibían de éstos el poder de dar a cualquier objeto un tunwan (espíritu). De estos objetos el más importante era el wasicun o la sea la "medicina" personal que utilizaba el guerrero en el campo de batalla. Una persona se convertía generalmente en chamán cuando, en estado de tensión física o enfermedad, tenía una visión que le confería el poder de llevar a cabo actos misteriosos.

Todo niño, al nacer, recibía un espíritu guardián (sicun) que lo protegía de los malos espíritus. Sicun representaba la potencia de Wakan Tanka encarnada en un ser humano. El recién nacido recibía también otro espíritu (niya) venido de las estrellas. Finalmente, cada persona poseía un tercer espíritu (nagi) que era un reflejo inmaterial e inmortal del cuerpo. Los Abuelos creían que, a la muerte de una persona, el espíritu guardián (sicun) acompañaba a ese tercer espíritu (nagi) hasta el otro mundo, situado cercano a la Vía Láctea. Luego sicun y niya regresaban a su respectivo lugar de origen, es decir, allí donde habían morado antes del nacimiento del niño. Por lo demás, los restos mortales del difunto se descomponían hasta disolverse en la nada.

Los Abuelos lakotas no diferenciaban lo sagrado de lo profano. Puesto que cada cosa poseía un espíritu, todo era para ellos wakan. Ese espíritu era llamado tunwan y de él procedía la fuerza que llevaba a ejecutar actos wakan. Sin embargo, los tunwan no eran iguales, puesto que reflejaban las diferencias externas de las formas vivas. De ahí que el exterior de las cosas no se percibiera como real, sino como mera manifestación física de las fuerzas internas.

La unidad de los diversos seres wakan se expresaba en términos de parentesco. Eran llamados madres, padres, abuelos, etc. , para demostrar que en el universo todas las cosas estaban "emparentadas". Ejemplo característico de esta concepción es la mujer Búfalo Blanco, enviada por el "pueblo de Búfalos" para establecer lazos de parentesco con los hombres, de modo que éstos pudieran siempre sustentarse y seguir multiplicándose. La pipa sagrada, traída por la mujer Búfalo Blanco, constituía el vínculo directo de los lakotas con Wakan Tanka, llevando en su humo hasta lo más alto del universo las plegarias de los hombres. Este tipo de oración era para los lakotas un modo de reafirmar y estrechar sus lazos de parentesco con el todo. De los seres wakan, en efecto se esperaba una conducta tan atenta y generosa como la de parientes próximos. El parentesco entre hombres, bisontes y el resto del universo representaba por el círculo, símbolo de infinitud y totalidad.

En el Camino Rojo se posee gran riqueza de ritos que abarcan todos los aspectos de la vida. Algunos de esos ritos, se les dio a los Abuelos por la Mujer Búfalo Blanco, mientras que otros tiene su origen en visiones.

La base de todo el ritual es la ceremonia de la purificación en el in kagapi que significa sudar, durante la cual los participantes se limpian tanto corporal como espiritualmente. Esta ceremonia puede celebrarse como rito independiente o servir de preparación a otro. Aquí en México se lleva a cabo en el Temascal. No hay una teología, no hay dogmas. Solo hay tal vez cosas que aceptamos de forma personal, y que cambian conforme pasa el tiempo. No podemos capturar la fuerza que mueve a la Danza del Sol, solo comprenderla paulatinamente conforme pasa el tiempo. Pero no podemos abarcarla en su totalidad. Y si bien no podemos comprender al Gran Espíritu si podemos llegar a comprendernos a nosotros mismos. Así comenzamos con la Búsqueda de la Visión. Una ceremonia en donde se ayuna y se ora, se le llama en lakota hanbleceyapi ("llanto por la visión"), se le llama llanto porque imploramos y pedimos la compasión de los seres wakan estando desnudos y a solas con nosotros mismos, en señal de humildad, y con abundantes lágrimas. De ese modo tratamos de persuadir a los espíritus a que reciban nuestra plegaria y si es posible a que acepten nuestro parentesco con ellos.
Para ello se coloca quien hace la búsqueda de la visión en un espacio recubierto de salvia, hierba sagrada de los seres wakan que aleja las fuerzas malévolas. Los cuatro puntos cardinales se marcan por medio de postes a los que se sujentan trozos de tela de colores, a guisa de ofrendas. Dentro de ese lugar sagrado, el "buscador de visiones", implora y suplica a voces que le sea concebida una revelación, esperando así que los seres wakan lleguen a comunicarse con él. Así sabrá que lo han elegido para desempeñar en el mundo una tarea unificada. No se le dan instrucciones concretas sobre el modo de obrar, pero el tipo de visión que haya tenido determina ciertos actos o el cumplimiento de deberes específicos. Puede estar destinado, por ejemplo, a ejercer futuras funciones de curandero o a actuar como heyoka, que todo ha de hacerlo "hacia atrás". Aunque la búsqueda de visiones es un asunto individual, muchas formas de visión se asemejan unas a otras, por lo que antiguamente los que habían tenido visiones análogas solían asociarse para ejecutar en común los correspondientes ritos. En este sentido, la visión es una experiencia a la vez individual y colectiva.

El baño de sudor o Temazcal, la búsqueda de visiones y la Danza del Sol son las ceremonias tradicionales que mejor reflejan la permanencia del Camino Rojo. Adaptándose este al lugar donde se encuentre.


El Temascal no esta ligado todo el tiempo a una ocasión especial, también sirve para ayudar a relajarse y reforzar el sentimiento comunitario. Más aún que purificar el cuerpo haciendo que suden los que participan en esta ceremonia intentan purificarse espiritualmente alejando de sí todo mal pensamiento; por eso, el rito se acompaña de oraciones y cánticos. A esta purificación ritual debe uno someterse sobre todo antes de tomar parte en cualquier acto religioso importante, por ejemplo, la búsqueda de visión o la Danza del Sol. La Ofrenda representa las oraciones del pueblo entero dentro de la Danza, representa compromiso, y la seriedad de los actos del hombre.

La Danza del Sol es el acontecimiento ritual más importante del año. En lengua lakota se llama wi wanyang wacipi, cuyo significado literal es "danza de mirar fijamente al Sol". No es adorar al Sol, es ayudar a renovar al mundo y de pedir por la naturaleza. Se busca la compasión del Gran Espíritu y de continuar con nuestro sacrificio como una raza, devolver la Vida que se nos ha dado, ser perdonados y darle la fuerza a otros que sufren tomando su dolor. La fuerza nos la da el ayuno y la Ofrenda. Las danzas se ejecutan desde la mañana hasta la caída de la tarde y, como la ceremonia tiene siempre lugar en pleno verano, o sea a últimos de julio o primeros de agosto, los danzantes se pasan el día entero expuestos al Sol. A esto se añade un rígido ayuno, ya que durante todo ese tiempo les está prohibido tomar cualquier alimento sólido o líquido. La danza se desarrolla en ciclos sucesivos, sin otras interrupciones que las señaladas por músicos y cantantes al acabar los correspondientes himnos al Sol. Después de cada ciclo, los que participan en la danza ofrecen a las cantantes una de sus pipas para que la fumen pasándosela unos a otros. Mientras esto dura, ellos pueden descansar bajo el toldo de ramas, pero una vez que la pipa se ha terminado de fumar comienza la siguiente ronda de danzas. Durante la misma los danzantes soplan constantemente por una especie de flauta de huesos de águila. La Ofrenda reservada a los hombres, tiene lugar el cuarto día y es básicamente una perforación. Para ello se colocan sobre una piel de bisonte, junto al poste sagrado, y el chamán les practica en el pecho, justo por encima de las tetillas, dos cortes paralelos en los que introduce púas de madera; luego anuda en estas púas una cuerda sujeta al poste. Las mujeres que participan en la danza están excluidas de esta prueba, pero a su modo también ellas ofrecen una Ofrenda, haciéndose arrancar del brazo algunos trocitos de piel. Asimismo en esta ocasión se les perforan las orejas a los niños, acto simbólico por el que entran en la Tradición.

En la fase final de la ceremonia, los hombres deben intentar liberarse del poste al que están atados. Con este objeto danzan primero acercándose al poste, para rezar, y luego, alejándose de él sin volverse y echándose bien hacia atrás para tensar la cuerda, con lo que la piel de su pecho se pone también tensa. Ejecutan este doble movimiento tres veces y a la cuarta se dejan caer con todo su peso hacia atrás, desgarrándose la piel y soltándose así del poste. Los cánticos y danzas cesan cuando el último de los danzantes se ha liberado. Para cuantos toman parte activa en la Danza del Sol, ésta representa un auténtico sacrificio en su sentido más estricto. Pero incluso los que no se someten al rito de la Ofrenda ponen en ella a dura prueba su valor y resistencia física.

Un poco de historia

A principios de la década de los setenta, comenzó a darse entre los indios de Norteamérica un despertar de la conciencia de su propia identidad. El movimiento Red Power ganaba en fuerza y los jóvenes, sobre todo, volvían a interesarse a fondo por sus tradiciones. En la reserva de Pine Ridge, el American Indian Movement (AIM) llegó a influir considerablemente en la Danza del Sol y logró que se modificara por completo el ambiente externo de la ceremonia. Entre otras cosas, quedaron suprimidas todas las actividades religiosas y se prohibió el uso de cámaras fotográficas y magnetófonos. De este modo se evitaba cuanto pudiera perturbar el caracter religioso de la fiesta, siendo nuevamente de la Danza del Sol una ceremonia de auténtica integración tribal. Creció sin cesar el número de participantes y muchos jóvenes, en especial miembros del American Indian Movement, acudían a la reserva buscando en la Danza del Sol los elementos básicos de su herencia tradicional. Tomar parte en esa ceremonia era para ellos una importante etapa en el camino de su renovación cultural y un modo de confesar públicamente su raza. Pronto la Danza del Sol de los lakotas se convertiría más allá de los límites de la reserva, en símbolo común de la "resistencia de la integración" y en rasgo cultural revelador de una positiva identidad étnica. Fue aquí cuando regreso a México. "
de Ka Kawak, el El Viernes, 25 de junio de 2010 a las 15:07, Publicado en facebook.

  • Creo que el escrito anterior recoge los aspectos históricos más relevantes del camino rojo, pero la intención de mi investigación va más allá de dar cuenta de un origen, y pretende estudiar algunas transformaciones de estas creencias ancestrales, que vienen siendo aplicadas en diversos países latinoamericanos, puntualmente me centrare en  Colombia, valle del cauca, km 30, ubicado a las afueras  de  Cali.



  • Una de las adaptaciones que ha tenido el camino rojo, en nuestro contexto, es la inclusión de plantas medicinales y “sagradas” en sus rituales, por ejemplo, el yagé, que es un bejuco de la selva amazónica usado por diferentes comunidades indígenas ( Cofanes, Ingas, Sionas,Koreguaje,Makaguaje, kaammssaa, Colombia; Shuaras, Ecuador; Shipibos, Perú, etc.) y que aparece de manera estricta en un contexto ritual, aunque existen diferencias en la forma de cocinar la planta y variaciones en el tipo ( existe una gran variedad de yagés : cielo, airo, tigre, pilde, etc.)dependiendo de la ubicación geográfica de estas comunidades , algo común en todas es que esta planta se considera como sagrada y es utilizada para sanaciones y comunicación con otros mundos o seres, algunos indígenas colombianos, los denominan como abuelos o espíritus de la selva. Las ceremonias de yagé son lideradas por un Taita (Hombre, medico tradicional indígena) en el caso de nuestro país, la mayoría es del Putumayo y en la actualidad ha ocurrido un desplazamiento de este ritual hacia las ciudades principales: Cali, Bogotá, Medellín, Santa Marta, Pasto, entre otras; Aterrizando esta información al contexto que investigo, me he dado cuenta que aunque los taitas y su tradición medicinal, no está relacionada con el camino rojo ( cuyo origen es Norteamericano) tiene una gran importancia en sus rituales, por ejemplo en la ceremonia de 4 tabacos, hay un momento en el que se toma el remedio. ( expresión que usan los integrantes del camino rojo para denominar al yagé.) “ Originalmente en la ceremonia de 4 tabacos se utiliza el peyote como medicina para alinear a las personas, para que eleven su vibración, pero el yagé trabaja lo mismo, aunque con diferentes efectos en el cuerpo y en la energía; es más asequible para nosotros, conseguir yagé, que traer peyote de Mexico.” Oscar Muñoz ( Hombre fuego, participante y ayudante en las ceremonias que ocurren en la Brumana, finca del km 30.)






  • La ceremonia de 4 tabacos, es uno de los rituales que se practican actualmente en la finca la Brumana, su periodicidad depende de los momentos que los dirigentes escogen celebrar, usualmente se realiza para los solsticios, equinoccios, para "abrir rezos" (pedir para que una situación específica tenga un buen desarrollo, casi siempre alude a otros rituales de mayor complejidad, como la danza del sol) y en algunas ocasiones para realizar matrimonios, bautizos o funerales.

Reportaje, elaborado para la clase de prensa, cuarto semestre 2010 CEREMONIA DE 4 TABACOS

Ceremonia de cuatro tabacos
La noche es fresca y un puñado de estrellas titila afuera de la maloka,  donde todos están  en círculo rodeando al  abuelo fuego.
Sobre el suelo se levanta  una media luna dibujada en tierra que simboliza la feminidad, está decorada con  flores y cenizas blancas, el fuego  representa lo masculino y su unión con la luna significa la esencia creadora de la vida.   
La ceremonia de cuatro tabacos tiene su origen en Norteamérica y en la parte norte de México, la practicaban diferentes tribus indígenas de las praderas, y dependiendo del lugar se utilizaban diferentes plantas, cantos y rezos, pero en esencia el ritual se conserva, siendo un espacio de conexión con el cosmos, para orar, liberarse, sanar, pedir fuerza y agradecer al gran espíritu.
“Se realiza en un Tipi  que  es una construcción cónica con 28 palos, tradicionalmente está cubierta de pieles de búfalo.  La ceremonia se realiza exclusivamente en la noche porque es en este momento cuando el misterio se cierne  sobre la tierra y los espíritus están más propensos a manifestarse.  El ritual se inicia más o menos a las 9 pm y se extiende hasta  las 7 de la mañana”. Luna Resonante
El hombre fuego se encarga de mantener toda  la noche encendida la hoguera ceremonial, las llamas deben estar elevadas hasta el amanecer y a lo largo del ritual con las brasas que deja el fuego  se arman diseños, se dibuja primero  una media luna junto al tabaco del propósito, luego un corazón con el tabaco del agua, después un águila con el tabaco del poder  y  finalmente un sol con 7 rayos en el tabaco de los alimentos.

EL hombre medicina es el encargado de dirigir la ceremonia encendiendo el primer tabaco, y también comparte el yagé, el  san Pedro o la medicina con la que se va a trabajar en el ritual, está acompañado por la mujer cedro que guarda los sahumerios y esencias para avivar y ofrendar al fuego,  además tiene amuletos como plumas de águilas ,cuarzos y piedras sagradas para proteger y dar fuerza;  las  demás personas ayudan con cantos y oraciones y algunos tocan un instrumento para que la conexión sea más fuerte.

El tabaco del propósito
Chichan, el hombre medicina enciende el primer tabaco y se dispone a rotarlo en las dirección en que giran la manecillas del tiempo,  mientras eleva el rezo y pide por los danzantes del sol que en una ceremonia en Ecuador ofrendaran su pellejo al árbol de la vida, también alza su voz para pedir protección  y cubrir de buena energía  toda la ceremonia.
 El tabaco está preparado especialmente con salvia y otras plantas que ayudan a potenciar el elemental, crean una energía distinta a la que se siente  cuando solo se fuma un cigarrillo normal,  finalmente se envuelve la picadura en capacho de maíz; se arman cuatro tabacos de este tipo,  cada uno conserva una energía diferente para encender en la hora precisa y convocar la magia que encierra.   
El primer tabaco empieza a pasar por cada una de las personas que  están sentadas escuchando los rezos, entre bocanada y bocanada de humo  cada uno habla en voz alta y pide por el propósito que lo ha llevado a la ceremonia, cuando todos han terminado las oraciones, Chichan pasa la medicina que puede ser san Pedro o un poco de yagé para conectar con el astral.

El tabaco del agua
El hombre fuego dibuja  un corazón en las brasas que indica el paso hacia el tabaco del agua, la mujer cedro  que ha estado frente a la media luna, entonando algunos cantos Lakota, se para y se acerca a las brasas para esparcir un poco  de osha, que es un sahumerio oriental también conocido como polvo de estrellas; en la oscuridad de la maloka sobre el corazón destellan fragmentos minúsculos que aviva el naranja de las brasas y encantan las miradas, algunas desorbitadas por el efecto del yagé y otras adormecidas. Esteban, uno de los compañeros del ritual, se sienta frente al fuego y saca su violín, entonces una ráfaga de melodías nórdicas  vibra en el viento y se sienten los duendes y hadas de bosques escandinavos danzando alrededor, al tiempo una ligera lluvia aparece,  se mezclan los sonidos del agua tintineante en el techo de paja y cada tono del violín mágico.  El tabaco del propósito lo fuman todos,  pero el del agua solo La mujer cedro y el hombre fuego, canalizan la energía en una jarra con agua que  se comparte, cada persona le sirve al compañero de al lado un poco del liquido sagrado y de nuevo se  entonan oraciones o si se quiere cantos alusivos al agua: “Manantial de agua viva, manantial que me curo, que me sano, agua viva pinta, amor y vida… Selva, tierra, monte canto y vida, un azul que me curo, que me pinto y me ilumino….”
El agua simboliza la limpieza, la purificación, es en este momento en el que la concentración debe girar en torno a sacar todo lo que ata y contamina. La mujer cedro dice que se debe fluir como las corrientes del agua, fluir para renacer, fluir para no morir.

El tabaco del poder
“En el tercer tabaco se llama a la fuerza nativa, de los animales guardianes, como el águila, para que nos ayude a continuar con el vigor de la tradición.” Chichan

Este tabaco solo lo fuma el hombre medicina que es el que invoca y pide fortaleza para todos los demás. El cielo aun esta oscuro y ha  parado la lluvia pero hace frío, el hombre fuego saca la guitarra y  canta para abrigar la madrugada y llamar al sol: “Creo en mis dioses, creo en mi padre, creo en la dicha y en la bondad, en Viracocha, creo en el Inti Pachacamac…Grita conmigo, grita taky ongoy que nuestra raza resurja en la voz, grita conmigo, grita taky ongoy, que nuestra América es india y del sol…”

Después de la canción todos guardan silencio y las reflexiones o peticiones se meditan sin hablar; la mujer cedro esparce hierba dulce y copal en las alas del águila que el hombre fuego dibujó, el humo se eleva hasta el techo de la maloka y el olor dulce y a la vez amargo penetra en la nariz; con el yagé los sentidos se intensifican y la más suave brisa se convierte en ráfaga, un sonido tenue es una orquesta, cantan los grillos y los azulejos, el cielo comienza a encenderse y se presiente la mañana sanadora.

El tabaco de los alimentos
La claridad penetra por las fisuras del techo y las personas comienzan a despertarse, la mujer cedro toca la guitarra y una melodía suave conjugada con su voz que canta en portugués, va sacando del adormecimiento e invitando a las mujeres a preparar la ofrenda de comida.
El último tabaco es fumado  solo por las mujeres, que ofrecen un regalo para agradecer a la madre tierra y al abuelo fuego: agua, maíz cocinado, frutas y mermelada de mora   (dicen que a Pacha mama le agradan mucho los dulces) todo se coloca en platos de barro y se decora con flores: el amarillo maíz es adornado con violetas, la mermelada morada con ramas blancas que parecen corales y las frutas naranjas con pequeñas margaritas.
Primero entra la mujer cedro que se arrodilla frente al fuego y deposita el cristal con agua fresca, luego siguen las otras que van organizando las ofrendas detrás del agua  mientras entonan un canto: “Bendecid Pacha mama bendecid el agua, bendecid Pacha Mama bendecid el maíz, bendecid Pacha Mama bendecid las frutas…” luego de arrojar un poco de cada alimento al fuego y agradecerle por su compañía y sanación,  se encienden el ultimo tabaco y cada una hace su  oración de agradecimiento, luego se pasan los platos en el mismo orden con el que inicio todo el ritual , así se comparte la energía de los alimentos.
El hombre fuego dibuja un sol radiante con las brasas que aun arden y un último canto es tarareado por todos para cerrar el ritual: “Gran espíritu, gran abuelo, gran abuela, como soy me presento ante ti, como soy te pido bendiciones,  agradezco el corazón que has puesto en mí… cuando vengo no más vengo no más vengo, ya sabrás a lo que vengo cuando vengo: a ofrecer mi corazón, mi corazón, corazón que es lo único que tengo…”
Los rostros irradian tranquilidad y a pesar de que el sueño no  toco los parpados, nadie parece cansado, por el contrario el ambiente se mueve con mucha energía y  todos hablan de las visiones que les regalo el yagé y de cómo sintieron  el espíritu de los tabacos. Las brasas se quedan en forma de sol, mientras los pasos de las personas que salen levantan el polvo de la tierra y la maloka va quedando sola o al menos a simple vista, porque según chichan los espíritus están felices y aun festejan la ceremonia. 











Fotografias:Alejandra Lerma




Sincretismo en el camino rojo


"El Camino Rojo ha llegado a nuestras tierras procedente de Norteamérica. Es un camino espiritual practicado milenariamente en tierras americanas. Ha sobrevivido la conquista, el saqueo, las enfermedades y las guerras." Jorge- integrante del camino rojo- Uruguay. 



Una de las preguntas que planteo en esta investigación es acerca del sincretismo que conforma el camino rojo, aunque inicialmente me preguntaba por un proceso de orden histórico, respecto a las transformaciones  y apropiaciones que ha  tenido este camino  en la actualidad colombiana, y ahora inquiero  sobre la manera en que los practicantes de este sendero asumen esa amalgama  de creencias y rituales que  podrían parecer a simple vista aleatorias, considero importante incluir varias definiciones de sincretismo que rastreo en una mis fuentes secundarias, con la intención de dar un poco de luz  a mi pregunta:
El sincretismo siempre ha sido y es todavía objeto de muchos estudios en los campos de religión, de ideologías y de aspectos mágicos y sociales, llevados a cabo en grupos étnicos muy diversos en todas partes del mundo. Ninguna cultura se desarrolló en aislamiento, siempre ha estado en contacto con otras, que se influenciaron mutuamente.
 El término sincretismo se usa generalmente en el contexto religioso en sentido de una amalgamación de tradiciones, ritos y conceptos mágico-religiosos. No cabe duda que en el curso de la historia humana, las religiones se influenciaron mutuamente. La palabra es de origen griego krasis = mezcla, syn = con, synkrasis = un compuesto.
Según Shaw y Stewart (1994:4), el término fue creado por los filósofos griegos Platón y Aristóteles. Más tarde, Erasmo de Rotterdam usaba la palabra para llamar la atención a las influencias clásicas en el Cristianismo, lo que este filósofo consideraba como hecho positivo. Sin embargo, en el siglo XIX los estudiosos de religión usaban el término más bien en un sentido peyorativo, equivalente a "desorden" o "confusión". Más tarde se usaba la palabra con frecuencia en estudios comparativos de religiones, sin expresar favor o desprecio. En la actualidad la palabra creolización es usada a veces como sinónimo de sincretismo por los antropólogos postmodernos.
Marzial (1985:190) afirma con razón que aunque la mayoría de las religiones pueden considerarse sincréticas, una vez que elementos de origen diverso están integrados en un todo coherente y funcional resulta más apropiado no hablar más de sincretismo.
En el campo de la antropología cultural, Herskovits (1941) se sirvió de la palabra sincretismo para llamar la atención a africanismos en los cultos mágico-religiosos en el área del Caribe. Este científico formuló sus teorías acerca de aculturación y contactos culturales, que fueron aceptados por la mayoría de sus colegas contemporáneos. Dijo que los esclavos negros se adaptaron rápidamente a la cultura material de sus amos, pero podían conservar los conceptos religiosos ancestrales por un tiempo más prolongado, porque la religión formaba el "núcleo" de su cultura. Introduce el término de reinterpretación de los elementos de una cultura en el contexto de otra paro definir el sincretismo. Su opinión positiva con respecto a las "mezclas" culturales estaba conforme a la idealización de las teorías de melting-pot, muy de moda en esta época. Sin embargo, Herskovits hizo una distinción entre sincretismo integrativo y mosaico cultural, (prestaciones culturales sin antecedentes históricos). Esta palabra fue substituida en años recientes por la palabra bricolage. Hoy en día, el sincretismo es estudiado en términos de sobrevivencias culturales y de identidad cultural. A veces se usa la palabra transculturación como sinónimo de aculturación.
Bastide (1973) niega el sincretismo analogías, que se corresponden pero no son idénticas. En su modo de ver existen diferentes compartimientos en la mente de los practicantes de religiones llamadas sincréticas, donde son computarizadas las experiencias y creencias africanas por un lado y las experiencias cristianas por el otro, sin mezclarse. Dice que los afroamericanos pueden distinguir bien entre conceptos cristianos y ancestrales.
Ninguna religión es un complejo estable, siempre está sujeto a reconstrucciones y alteraciones internas y a menudo incorpora elementos de origen externo. En las palabras de Boff (1977:54): "El cristianismo puro no existe, el sincretismo es normal". Hoy en día muchos políticos y algunos académicos están preocupados de la autenticidad de una cultura o religión y niegan la existencia del sincretismo, por razones nacionalistas, un proceso intelectual que Stewart y Shaw (1994:7) llaman anti-sincretismo. Autenticidad y pureza son palabras usadas en el discurso de tradicionalistas, nativistas y fundamentalistas. Sin embargo, la pureza religiosa es un mito.
Los dos autores recomiendan el uso de la palabra sincretismo cuando se combinan elementos de dos o más tradiciones históricas, mientras que la palabra bricolage denota la formación de nuevas formas culturales a base de rasgos y elementos culturales de origen diverso, sin aparente coherencia. La palabra hibritación denota un proceso parecido. Un ejemplo es la creación de nuevos movimientos religiosos, tales como la Umbanda en Brasil, que continuamente está absorbiendo elementos foráneos debido a contactos directos e indirectos con religiones y cultos esotéricos en el mundo entero.”

El sincretismo religioso en América Latina.. Montalbán ,Enero 01, 2001 | Pollak-Eltz, Angelina.)


Dentro de estas definiciones de sincretismo encuentro diálogos con algunas ideas que  tengo sobre el universo ritual que estoy investigando, por ejemplo que la integración que se vive actualmente de diversas culturas, corresponde a un proceso de adaptación , en el que han aparecido distintos actores con postulados  y  acciones diferentes, pero que  han podido unirse gracias a que giran en torno a un interés común, que podría definirse en parte  como una búsqueda espiritual donde es esencial el reconocimiento y el respeto de la naturaleza; también hay experiencias similares en cuanto al tratamiento del cuerpo, aunque en ocasiones se hace evidente que algunas prácticas rigen sobre otras, un ejemplo sería la alimentación, la gran mayoría de dirigentes de estos rituales( llevados a cabo en los espacios que he delimitado, a excepción de los taitas que como lo dije en otro momento no hacen parte del camino rojo si no de una tradición yagecera.) son vegetarianos pues consideran que al consumir carne animal también están consumiendo la energía de angustia y dolor que estos animales experimentaron en el momento de su muerte, sin embargo en las ceremonias de  cuatro tabacos hay un  momento en el que se reparten alimentos y se pasa un plato con carne curada, ya que en la tradición Lakota  se acostumbraba a comer carne de búfalo.  

Con este ejemplo se puede observar como una creencia de orden alimenticio más cercana al budismo (Algunos de los dirigentes son practicantes de esta religión.) se introduce en el camino rojo que originalmente proviene de comunidades carnívoras, aunque hacían rituales con el ánimo de venerar la energía que el animal aporta al cuerpo humano, uno de esos rituales es el momento de la bendición de los alimentos en las ceremonias de  cuatro tabacos. Podría creerse que esta adaptación entre hábitos de alimentación  se da gracias a la intención común de ambas corrientes, en la que lo esencial es el respeto  y la conciencia de los alimentos, sus beneficios y origen.

 Pero estas adaptaciones  no solo ocurren en planos tan evidentes como la alimentación, también existen otros tipos de transformaciones  asociadas  a la postmodernidad, por ejemplo: Catalina- la mujer cedro, producto de un tratamiento dental tiene la gran mayoría de sus muelas con calzas de cobre, y ha decido cambiarlas por calzas de porcelana aludiendo no a una necesidad estética si no energética, en la que se cree que tener metales dentro del cuerpo obstaculiza  el flujo de energía  y las conexiones con la “dimensión astral” ( En las toma de yagé se dice que al beber de esta planta el cuerpo y el alma entra en contacto con el astral, que es un espacio energético en el que se mueven seres no corpóreos, tanto lumínicos como oscuros.) resultan más difíciles, ya que a los espíritus los  repele ese tipo de elementos metálicos.
"En América Latina, el mito de pureza étnica y cultural es un sueño de nacionalistas y nativistas y no tiene base real. En nuestro continente se pueden estudiar diferentes formas de sincretismo en las religiones afroamericanas y en ciertos ritos de los indígenas andinos, que desde hace siglos están en contacto con el mundo criollo."
El sincretismo religioso en América Latina.. Montalbán ,Enero 01, 2001 | Pollak-Eltz, Angelina.)




                               El universo femenino en el camino rojo  


Uno de  mis puntos  de interés  abarcado en la pregunta que  hago sobre el cuerpo y las maneras de vivirlo en el camino rojo, pasa por el universo femenino, en el que he encontrado  un interesante discurso acompañado de prácticas y creencias, donde es evidente la intención de reivindicar a la mujer, no solo como género si no como energía femenina que también se encuentra en los hombres.   
En la casa Nodo Maya, Giovanni Martínez que es uno de los encargados de dar charlas sobre: “la ley del tiempo” o calendario maya como, talleres de reiki, masajes energéticos, entre otros… elabora  sus discursos- independientemente del tema que esté tratando-  con   gran énfasis en  “la magia de lo femenino”:
“Vivimos en una época fundamentalmente machista, en la que los hombres hemos opacado la sabiduría de la mujer, las mujeres tienen el don de crear, ellas son las guardianas de la vida, son las alquimistas, las sabedoras…. El universo les ha regalado la posibilidad de limpiarse y limpiar  la energía de su alrededor cada mes, cuando menstrúan o tienen su luna no solo están purificando su vientre si no sacando toda la energía negativa que contiene su cuerpo, en ese momento son tan poderosas  que pueden sanar casi cualquier enfermedad, pero nuestra “civilización” niega, condena, tacha, y las gran mayor mayoría de mujeres de esta época viven su menstruación como algo desagradable, sucio y doloroso, están perdiendo toda la conexión con su magia sanadora; Los hombre necesitamos despertar la feminidad, nuestro lado intuitivo, creador, oscuro, pero no esa oscuridad que nos ha metido en la cabeza la religión, que es lo malo, lo perverso, lo miedoso, si no la oscuridad del gran misterio, donde ocurre lo inesperado, lo mágico.” Giovanni Martínez.
Uno de los rituales que tiene una gran simbología femenina, es el temazcal, pues para los practicantes del camino rojo simboliza el regreso al útero de la madre tierra,  y los hombres deben entrar con faldas temazcaleras, que son una prenda confeccionada especialmente para este ritual, se cree que al usar falda se conectan con la energía de la tierra y con la esencia femenina de una forma más directa.
Ilustro el ritual del temazcal con un reportaje elaborado para la clase de prensa (cuarto semestre.):

Temazcal, en el  útero de la madre tierra
“El temazcal con su forma de iglú, representa al vientre materno de la madre tierra y de alguna manera lo que se experimenta es un renacimiento. La puerta representa al útero de donde salimos de nuestra madre y el entrar de nuevo es un acto sagrado de regresar por donde vinimos al mundo: el interior oscuro, caliente y húmedo nos contiene y protege, como el vientre de nuestra madre nos contuvo y nos protegió”
sanuk

Purificación, el tabaco/hischa
A las 6 de la mañana, en otro desesperado amanecer de la ciudad de Cali, veinticinco personas se reúnen en el terminal, para emprender el viaje a la montaña, el viaje hacia el silencio interior, el viaje hacia el vapor sagrado.
El sonido de la caracola rompe la neblina de la mañana, el llamado al inicio del ritual ha sido invocado por la mujer camino.
La casa antigua se alza sobre la colina del pueblo, su fachada de tiempo y misterio, guarda en su interior más que un bello jardín; en un espacio del terreno se levanta una construcción circular parecida a  un iglú, pero edificada con palos de ciprés, mide alrededor de dos metros de ancho y en su centro hay una excavación donde se colocarán  las “abuelas”, así llaman a las piedras, que posteriormente serán sumergidas en agua hirviente, con raíces y plantas medicinales, como: salvia, ruda, manzanilla, albahaca, entre otras.  
Cada uno de los participantes ha llevado en su equipaje un coco y un tabaco, dos elementos en apariencia distantes pero que simbolizan los aspectos oscuros y enmarañados de la vida; antes de ingresar al temazcal, hay un ritual de purificación y cada persona toma un cuchillo para  pelar su coco hasta dejarlo limpio, así libera sus pensamientos. Luego se enciende  una hoguera y ahí se van prendiendo los tabacos, cada aspiración del humo debe llevar una intención y al ser expulsado por la boca el alma se liberara de un mal. “Hisha es el elemental del tabaco, los elementales son la energía de la naturaleza, la energía de las plantas, el alma que vive en los arboles; a Hisha se le pide liberación, para entrar limpios y dispuestos al temazcal, no todas las ceremonias incluyen la limpieza con el coco y el tabaco, pero esto hace que nos dispongamos de mejor manera”.  

La primera puerta, la purificación del agua
“temazcal o temazcalli es un termino nahuat, que significa casa con piedras que sacan vapor, esta formado por tres palabras, telt que quiere decir piedras, temaz que quiere decir vapor y calli que significa casa”.  Esneda es una Ing. agrónoma de 50 años, que desde hace algún tiempo hace parte de un grupo de personas interesadas por la evolución espiritual, por la conexión con la madre tierra, por la búsqueda de su sendero.  Con frecuencia se reúnen en ceremonias ancestrales: como el yagé, el temazcal, entre otros rituales para el reencuentro con ellos mismos y con el mundo.
Se hace un fila  para entrar al temazcal, y la estructura de cipreses  es cubierta con pieles de  animales, los participantes se arrodillan antes de entrar al circulo, primero entran  las mujeres que deben sentarse en el  lado izquierdo y luego los hombres al lado  derecho. “Enfrente del temazcal esta el hombre del fuego, que es el encargado de encender la hoguera sagrada y de pasar con una palita, que tiene dos cuernos en sus extremos, las abuelitas, que son las piedras, las llamamos abuelitas por que ellas guardan las historia del mundo, “el hombre del fuego”  calienta las abuelas piedras 5 horas antes de entrar al temazcal y se hace una infusión con las hierbas sagradas para mojarlas. Al entrar al temazcal, cada persona debe repetir:  Aho mitakauye oyasin que quiere decir: bendición a todas nuestras relaciones, esta es un tradición de los indios Lakota.  El temazcal tiene cuatro puertas, cada una simboliza una intención, una dirección energética, una estación climática en la vida de los hombres. En cada puerta “el hombre del fuego” entra 28 piedras, y cada vez que entra una piedra todos debemos decir: Aho (ajó), porque en las ceremonias no se aplaude, sino que para  expresar alegría y saludo, se sacuden las manos y se dice aho abuelita”   
Todos se sientan alrededor de las “abuelas” y el “hombre camino” vierte el agua caliente sobre las piedras sagradas, el temazcal queda en total oscuridad al cerrar la puerta. El vapor va inundando el pequeño recinto y “la mujer camino”  entona las canciones para que los demás las canten.
“los cantos son de la tradición indígena, se cantan para que vamos entrando en el estado de introspección, -tierra a mi cuerpo, agua mi sangre, aire mi aliento y fuego mi espíritu- el cuerpo se somete a un estado de alto calor, es una prueba de resistencia, de purificación, que nos va dejando limpios de todas las energías negativas que acumulamos en la cotidianidad”

Segunda puerta, la transformación del fuego
Cada puerta  son 20 minutos de resistencia,  bajo la oscuridad de las pieles, el olor penetrante de las  hojas aromáticas que va llenado los pulmones hasta que no se respira nada más,  por la piel corren ríos de sudor, la desnudez del cuerpo y del alma se acerca cada vez más, el cuerpo va elevando su temperatura, el corazón se acelera y la mente entra en una especie de trance, acompañada por los cantos sagrados.  
“Algunos niños y personas mayores, deciden tomar aire en el paso hacia la segunda puerta, pero lo habitual es que se resistan las cuatro puertas de vapor, sin salir. El temazcal representa un pequeño universo, donde confluyen las energías femeninas y masculinas del mundo, muchas personas vienen a la ceremonia para aliviar sus dolores físicos, ya que el calor producido por el vapor de las piedras ayuda al sistema circulatorio, hidrata la piel, libera de toxinas el cuerpo, ayuda a mejorar el sueño y  el sistema respiratorio, en la antigüedad los indígenas hacían que las mujeres antes y después del parto entraran en el temazcal para fortalecer sus sistemas reproductivos, ha sido una practica asociada íntimamente con lo femenino, pero además de los beneficios corporales su mayor relevancia es de orden espiritual”


Tercera puerta, la sanción  de la tierra, la visión  
“en la noche cuando la luna como plata se eleva y la selva ilumina y también las praderas, lobas en la noche, cantan al gran espíritu, el espíritu de la tierra…”
“En la medida en que el calor aumenta, se llega a un momento en el que se siente que no puede aguantarse más, es desesperante, entonces para nivelarse uno hunde la cara en la tierra, que esta húmeda y uno se va aliviando, el cuerpo se abandona, uno no lucha más, el cuerpo se suelta, se va volviendo uno con el calor, con la gente. En ese momento cuando se pasa la mayor resistencia, se empieza a liberar los males, se siente la necesidad de cantar, de gritar; yo escucho el ritmo de los tambores, de los instrumentos sagrados que tocan las personas, y siento que mi corazón es el tambor, que mi cuerpo es el vapor, voy hablando para liberarme,  para soltar mi egoísmo, mis apegos, mis dolores…la gente comienza hablar, se entra en una catarsis, y no importa la pena, a uno se le olvida todo y va contando sus penas para sanarse.”
En esta puerta la mujer camino pasa una jarra de cristal llena de agua de coco, los participantes beben un pequeño sorbo para humedecer los labios y compartir el líquido vital.  En el útero caliente hay una energía de tranquilidad difícil de describir, los rostros, los cuerpos y sobre todo la energía se mueven en una especie de danza magnética, hay un alivio colectivo, una sensación de bienestar y calor.

Cuarta puerta, la comunicación con el espíritu. Fuego y vitalidad
“la cuarta puerta, es para agradecer, uno da las gracias a los elementos, al fuego, al agua, al aire, a la sabia tierra, y hace compromisos con uno mismo, porque lo ideal no es solo ir a vivir una experiencia bonita sino transformar lo cotidiano”
Los cantos se acallan y la puerta de piel se abre, el vapor sale lentamente del temazcal mientras cada persona en el orden en que entro sale y repite las palabras sanadoras “ Aho mitakauye oyasin”, luego todos hacen un circulo alrededor del fuego sagrado y se pasa la  chanupa, que es una pipa sagrada llena de tabaco , cada persona aspira una o dos veces y agradece al espíritu del tabaco, de esta forma se cierran las energías y se da fin al ritual del temazcal.
Las personas respiran el aire frio que desciende de la montaña, la piel es nueva, como si la hubieran mudado con el calor, el silencio viaja en la mente y en el viento. El bus regresará para arrojarlos a todos, a lo cotidiano de la ciudad, mientras el bosque de pinos se queda atrás, pero algo nuevo, algo mágico y que va creciendo, late adentro de cada uno.
“Para mí este es un espacio espiritual, de encuentro conmigo, me siento muy bien, me permite en medio del ruido de lo cotidiano estar con los elementos naturales. Siento un llamado de mis antepasados, cuando el hombre hacia parte de la naturaleza. Yo soy católica, también voy a misa, y comulgo, quizás el punto de encuentro y de reflexión en lo católico sea la comunión, pero en estos rituales yo me siento más conectada con el cosmos; la gente puede pensar que es un sincretismo religioso, pero yo considero que todo lo que nos llama a la unidad, a la reflexión, esta bien. Somos seres espirituales, de paso por este lugar y  necesitamos encontrar nuestro camino, a veces lo olvidamos”.



Otro elemento relevante frente al universo femenino en el camino rojo, es la manera en que las mujeres viven su periodo menstrual, realizando una serie de rituales que las ayudan a conectarse con “la madre” y  su “magia interna”. En las conversaciones que he tenido con algunas de las mujeres practicantes de dicho sendero encuentro una visión común frente a su menstruación: todas la llaman con el nombre de luna y consideran este tiempo como sagrado.
tienen la creencia de que la luna es un ritual de purificación,  no solo para limpiar su organismo de manera física si no que expulsa la energía negativa que pueden poseer;  además encuentro ciertas costumbres y rituales durante este periodo, algunos como bañarse con agua tibia y plantas: albahaca, menta y caléndula, para desinflamar y armonizar el cuerpo, no beben leche   ni consumen carne en estos días  ya que consideran que deben alimentarse de manera liviana para que el cuerpo viva un proceso de limpieza más calmado, tampoco cocinan,  barren, limpian la casa o dan regalos  pues piensan que por ser un momento de purificación personal no se debe mover energía asociada con algo externo a su proceso, pues de alguna forma impregnarían estos espacios o personas con las vibraciones que están experimentando, comen  en utensilios dispuestos solo para ellas y que son guardados al finalizar su ciclo, usan faldas y prendas preferiblemente de color violeta ya que dicen que este es el color de la medicina de la mujer, que puede entenderse como ciertas características femeninas como dar a luz, ser intuitivas y proteger.
 Una de las mujeres con las que hable da una  pista sobre porque este color es considerado así, dice que  el violeta es la reunión del rojo que es la vitalidad y la sangre (luna) de las mujeres con el azul  que simboliza la intuición y tranquilidad de lo femenino.

Pero sobre todas estas prácticas y creencias hay una en especial que me sorprende y es la siembra de la luna, consiste en derramar la  sangre de la menstruación a la tierra, pues creen que es una ofrenda a Pachamama en agradecimiento por el don de dar vida, además  es una forma de relacionarse con sus cuerpos y ciclos de manera natural, sin prejuicios o asco, con unos ojos diferentes a los que pone occidente sobre la mujer.

A partir de mi experiencia personal elabore un reportaje sobre la luna, la manera en que la asumía antes de conocer este tipo de rituales y el momento en el que empezó mi transformación: 
Sembrar la luna  

Ay lunita, ay lunita
mira que baja marea
ay que sube la marea
ella es la que me lleva. ..
Canción  ritual, Ramón Peregrino.

¿Azul o rojo?
Demasiado terrible para ver, mejor  el azul impecable que el rojo siniestro.  
Ella no se siente como todos los días, si es que todos los días se siente igual, pero esta mañana ha sucedido algo que la incómoda, no le gusta, detesta su color, su olor, trata de evitarlo, de no darse cuenta, de que pase como si no pasara.  La primera vez que ocurrió estaba en un campamento, por suerte había ido con su mamá pero lo único que hizo  fue esconderlo, luego  fue más que evidente, entonces lloró y tuvo que confesar ese terrible pecado que no  sabía por qué había llegado hasta ella, si era una buena niña y  la noche anterior no había pasado nada que explicara semejante tragedia; pensaba que tal vez había sido el jugo de mora del almuerzo o haber subido a ese árbol tan alto que le raspó las rodillas. 
Su mamá se rio, le dio un abrazo, y le explico de la mejor forma que pudo lo que estaba sucediendo. Cuando regresaron a casa, ella corrió hacia el lavadero y  en un arranque de rabia tiro en la basura los calzoncitos blancos,  que esta vez no eran tan blancos… los dibujos de  princesas de su  ropa interior estaban llenos de sangre.  
Enciende el televisor: con  Nosotras olvídate de los accidentes. La rubia del comercial camina erguida y  sonriente, su pantalón ajustado no revela ninguna indecencia. En la pantalla aparece una explosión de flores y colores, las toallas  higiénicas  que usa son suaves y tienen olor a manzanilla. Pero hay algo que la niña no entiende: el líquido es azul. Impecable azul que se derrama sobre la superficie esponjosa de la toalla… quizás por eso no lo había asociado y sentía que lo que le corría entre las piernas tenía que ser otra cosa, porque sus líquidos distaban mucho de ese color cielo y se parecían más a una profunda herida.
Lo peor estaba por llegar, su madre le conto a la abuela, a las tías, a sus amigas y a su padre. Sintió tanta rabia, tanta vergüenza, ¿por qué tenían que hacer un comunicado público de su lamentable estado? ¿Acaso a ellas les hubiera gustado que toda la familia se enterara? Pensó  en los beneficios que tienen los hombres: pueden orinar donde quieran, andar solos en la noche,  cargar cosas pesadas, pero sobre todo nunca van a sangrar como ella, como todas.
Veintiocho días, un mes, cuatro meses y el accidente no se repetía, quizás ella sería un caso excepcional, que contra todo pronóstico de la naturaleza femenina tendría una vida pulcra.   
Cuando cumplió  13 años regresó y esta vez no se fue más. Una pastilla rosada, una pastilla violeta, apretarse el estómago, comprar tamaño extra grande protección contra olores cubierta de algodón con alas, llorar y querer dejar de ser ella, ser un él, apretarse el vientre de nuevo pensando que así iba a parar, preguntarle a sus amigas si está manchada, entrar al baño cada 20 minutos, renegar, tomar agua con canela, no entender, querer que se detenga aunque sólo dura tres días (sabe que hay mujeres a las que les dura incluso una semana, a veces agradece por esto).
Con el paso del tiempo ella lo fue  aceptando y como cualquier otra  tragaba  antiespasmódicos y bebía aromáticas para calmar el dolor, así se iba olvidando de lo que le ocurría a su cuerpo cada mes.

Otra luna.
 Miró el calendario  de su agenda y  el pequeño círculo que indicaba sus días tortuosos estaba coloreado, justo para el primer día de campamento.
De nuevo aparecía el rojo para truncar sus planes, no bastaba con el paseo al mar donde se la pasó sentada en la playa o con la despedida del colegio a la que no pudo ir; no entendía por qué su mamá le decía que era una bendición, ella ya había agotado  todas las blasfemias posibles para nombrarlo.
Salió a dar un paseo por la ciudad  y mientras sentía  las vibraciones  en su vientre, síntoma infalible de la próxima aparición, recordó a una amiga que le hablo de la luna roja, y justo como un mensaje del cielo se la encontró:
-        Creo que ya no voy a ir al campamento.
-        ¿Por qué?
-        Estoy en mis días y me parece incómodo acampar así, además no  podré entrar a los rituales de vapor y siempre tengo cólicos muy fuertes.
-        Pero si estar  con la luna en el campamento es de lo más bonito que puede pasarle a una mujer… andá y seguro que  la madre tierra y el gran espíritu te enseñan…
No iba a un campamento convencional, este era una especie de retiro espiritual donde se reunirían mujeres de todo el país para compartir cantos, danzas y rituales alrededor de lo femenino y aprenderían de las abuelas, las chamanas o sabedoras indígenas que dejaban su legado en la memoria de otras mujeres.
Estaba entusiasmada pero nerviosa, en esta ocasión decidió obviar las pastillas rosa y por primera vez se miró el vientre con cierta aceptación. Aunque sabía que por estar en sus días no podría participar de ciertos rituales y eso la ponía algo triste. Lo primero que hizo al llegar al campamento fue buscar un baño, quería cerciorarse de que todo estuviera en su lugar. Baños ecológicos decía un letrero pintado en la pared junto al dibujo de un enorme  y verde árbol,  cortinas gruesas en vez de puertas, una letrina, un tarro lleno de tierra, un recipiente con agua, una pala  y papel, además de un llamativo mensaje:
“El problema de nuestra sociedad es que no reconocemos nuestros excrementos, los tiramos a la basura, nos avergonzamos de ellos, los escondemos… el hombre va empezar un proceso de evolución cuando asuma su propia mierda, la mierda es oro; debe retornar a la tierra como un ciclo de alimentación, la tierra nos nutre a  nosotros   y nosotros debemos abonarla, la mejor manera es con nuestra mierda...”
Luego unas instrucciones:
Para que utilices este baño ecológico de la mejor forma puedes seguir estos pasos:
Relájate  y recuerda que todo lo que sale de tu cuerpo es tan valioso como lo que entra.
Levanta la tapa  de la letrina.   
Cuando termines  toma un poco de tierra (mínimo tres paladas)  para tapar.
Si orinas vierte un tarro de agua.
Baja la tapa.
Agradece al universo.
Pd: para las mujeres que estén con su luna les recordamos que no deben tirar las toallas higiénicas al cesto de la basura, nuestra recolección de residuos es orgánica.
  Salió del baño como si saliera de otra dimensión, recordó el de su casa, sin palas, sin tierra, sin letreros. Se sentía mal por no contribuir a la naturaleza, por tener tantos prejuicios, por parecerle horrible ese sistema ecológico, pero lo más grave era el asunto de las toallas, ¿a dónde las iba a poner?
La única luna que conocía era la luna llena, que por fortuna brillaba  en el cielo.

 La luna se siente adentro.
Serena es un nombre precioso cree ella, además  de que el rostro de esa mujer inspira tanta tranquilidad que por unos instantes se olvida de su estado y se queda mirándola, mientras  le habla de cosas que nunca había pensando o que tal vez como dice ella tenía en su interior pero no recordaba.  
“Lo importante es que estés tranquila y aprendas a vivir tu  luna, tu ciclo sagrado y poderoso de la manera más bonita y sanadora.” 
Luego entró a una cabaña donde habían mujeres que parecían tejer, y un muchacho cantando: “ Agua de luz, agua de estrellas, pachamama viene del cielo, limpia, limpia, limpia corazón agua brillante, sana, sana , sana corazón agua  bendita, calma, calma, calma corazón  agua del cielo mamá…”
Serena le dijo que tenían que chumbarla, ponerle una especie de cinturón alrededor del estomago, para que pudiera estar en las ceremonias  con la energía de su luna controlada.
Oriana le enseñó hacer los rezos: 13 pedacitos de tela roja, que simbolizan su ciclo femenino, rellenos de un poco de tabaco,( porque la energía del tabaco protege  y limpia) amarrados con un hilo rojo para ponerlo alrededor del estómago. Ella armó cada rezo con toda la paciencia y cada vez que ponía un poco de tabaco hacia una oración  para sanar su luna:
“Que cuando entre en mi ciclo no lo rechace
Que mi cuerpo, mi energía y mis sentimientos se limpien con mi luna
Que se vaya el dolor físico y el caos emocional cuando estoy  en mis días
Que me acepte como una mujer maravillosa y creadora
Que comprenda que no es el rojo desastroso sino la luna que purifica, la que se mueve en mi vientre…”
La Siembra  
Alzó los brazos y giró en círculos para que el cordón rojo del que colgaban los pequeños rezos le envolviera el vientre, luego Oriana  le puso una hoja de borrachero sobre el ombligo, le dijo que esta planta la conectaría con la magia femenina de su sangre.
 Esa noche participó de una ceremonia, la sentaron al lado de otras enlunadas  y en vez de darle el bejuco del alma como también llaman al yagé, les dieron Sanpedro, un polvo amargo sacado de un cactus; se comió cuatro cucharadas  y sintió cómo su cuerpo se hacía liviano, en su vientre veía luces de colores violetas, sentía un inmenso torrente dentro de ella… Annie, otra de las mujeres que estaba con su luna, le explicó que era normal lo que sentía, porque estaba trabajando por primera vez su esencia femenina y no la asumía de una manera despectiva, le contó que si estaba con la luna no podía tomar yagé, porque es una planta solar-masculina que no debe mezclarse con el ritual de purificación que viven las mujeres al sangrar.
Ella se sentó sobre un tronco y se quedó mirando la luna llena, mientras recordaba los días de la infancia donde había deseado no ser ella, y pidió perdón por todas las formas en que rechazó y lastimó su cuerpo al no escucharlo, ahora sentía que algo mágico ocurría adentro, sentía el poder de los rezos, la fuerza de sus intenciones.
Al día siguiente la despertó  la luz amarilla del cielo, y una mujer se acerco a su carpa con una pequeña totuma llena de agua, le pidió que llevara su sangre al ochoka lunar, un espacio consagrado a rituales femeninos, porque era el día en que las enlunadas sembrarían su luna.
Muchos pensamientos le pasaron por la cabeza, las propagandas de toallas con esas mujeres impecables y el liquido azul, las conversaciones con las amigas del colegio en las que renegaban de  su menstruación, el asco que tuvo durante años de su propia  sangre… había estado guardando las toallas en una bolsa, no había manera de botarlas en el campamento y tuvo que ponerlas  dentro de la totuma para liberar la sangre, se sentó frente a un árbol y encendió un poco de incienso, hizo una oración  y  mientras hablaba apareció una mariposa amarilla que revoleteaba alrededor de su cabeza, pasó un señor con una camiseta que tenia dibujada la luna llena mientras gritaba: Luna, luna, luna…llamando a su mascota; ella se río de las casualidades y se relajó, cuando el agua se había coloreado de rojo sacó las toallas y las regresó a la bolsa.
“El violeta es el color de la medicina de la mujer, estar con la luna es el momento más pleno, es la oportunidad que nos da la madre tierra de purificarnos, de sacar todo eso que no nos sirve más, tanto de nuestro cuerpo como de nuestro espíritu… El poder creador tiene que retornar a  la madre, que es la tierra, si estamos en conflicto con nuestro femenino es porque lo despreciamos y nuestro más sagrado tesoro lo tiramos a la basura. Para eso sembramos la luna, para agradecer que podemos dar vida, para conectarnos con nuestra mujer salvaje, con la maga interna que todas tenemos, para perdonarnos y sanarnos, para cambiar la relación de objeto o desprecio que tenemos con nuestro cuerpo y reemplazarla por una visión maravillada de todo lo que somos y tenemos”: Serena.
Las mujeres del campamento se vistieron de morado, de lila, de violeta, casi todas llevaban faldas y ofrendas, algunas flores, otras incienso, agua en jarras de cristal, y los rezos con los que habían protegido su cuerpo la noche anterior. Entraron  al bosque caminando en una fila y se hicieron alrededor del árbol lunar, que es lugar en donde se realizan las siembras. En las ramas de este árbol hay cintas de color violeta, una para cada dirección, y junto a las raíces un corazón hecho de margaritas. Cada mujer se acurrucó frente al árbol y entonó una oración o canto, mientras derramaban la sangre que llevaban en la totuma sobre la tierra llena de flores: Agua agüita, agua agüita, agua agüita creadora, en la vida, en la muerte, todo en agua se disuelve... Agua y luz que se transforma en arco iris de colores…”  Ella también se acurrucó y dejó que el agua fluyera, que se la bebiera la tierra, entregó esa parte de su cuerpo que le  costó tanto  aceptar y por primera vez sintió un amor inmenso de ser mujer y sobre todo de tener  la luna.
 Este texto lo escribí  a partir de  la experiencia de sembrar mi luna en la ecoaldea  La Atlántida. Algo que no narró dentro del reportaje y que me parece importante para entender esas adaptaciones que ocurren en la actualidad frente a las practicas rituales, es que  un gran número de las mujeres que asisten a estos encuentros viven en ciudades, casi siempre en edificios o casas pequeñas en las que no tienen espacios como el del ochoka con el árbol lunar para sembrar su sangre, así que se ven obligadas a tener una matera con una flor especial que decoran de forma simbólica con cintas violetas, para realizar este ritual. También existen otro tipo de toallas higiénicas que promueven un discurso diametralmente opuesto del que proponen los comerciales de tv o radio en los que aparecen marcas reconocidas como Nosotras, Serena, Kotex, entre otras.
Estos son algunos de los links en donde se encuentra información al respecto:  
El concepto de mujer que puede identificarse en  este tipo de producto, a pesar de estar enmarcado en el ámbito comercial, es más cercano a la realidad que se vive durante estos ciclos y siento personalmente que humaniza y propone un acercamiento distinto al cuerpo femenino; los discursos que se encuentran en la gran mayoría de publicidad sobre productos relacionados con el cuidado intimo están encaminados en cierta forma a un alejamiento y negación de los fluidos y  procesos corporales que tienen las mujeres con frases como :
 Con Nosotras olvídate de los accidentes;  Para que la llegada no te dañe la salida; Vive tus días como si no pasara nada; Porque nadie conoce mejor tu cuerpo que Nosotras… Entre otros mensajes  en los que se hace evidente el miedo  y la incomodidad de vivir la menstruación.
El universo femenino  que hasta ahora he rastreado dentro de algunos rituales del camino rojo tiene como esencia explorar, recordar, divulgar algunos conceptos y rituales ancestrales en los que las mujeres tenían practicas más coherentes con sus ritmos naturales y los hombres reconocían  su lado femenino sin ser concebidos como gays;  aunque existan problemáticas dentro de este universo ritual considero personalmente que es una forma más justa de asumir  y vivir lo femenino que la manera en que lo propone el agitado occidente. (Entendiendo por occidente más que una ubicación geográfica el sistema político, social y económico que influencia a gran parte del mundo.)

Perfiles, creencias y rituales.
Al interesarme por un fenómeno de adaptación en cuanto a creencias y  ceremonias  ancestrales que son re-tomadas, re-interpretadas  y re-significadas  en  un contexto postmoderno, considero importante mirar la vida de las personas, tanto participantes como dirigentes del camino rojo, por fuera de los círculos ceremoniales, ¿cómo este tipo de adaptaciones inciden o no en la cotidianidad no ritual de estos individuos?
Una forma de responder en parte esta pregunta es a través del perfil de uno de los integrantes del camino rojo, participante activo y en ocasiones dirigente de ceremonias. En este escrito se refleja parte importante de sus procesos de exploración espiritual y cómo a partir de una serie de diversas vivencias y condiciones de vida construye sus creencias en base a este camino. 
Un mágico ser
Un Kuraca no hace llover porque dialogue con las nubes y el rayo
Sino porque él es la nube y el rayo.
Se comunica a distancia no porque viaje físicamente a algún lugar lejano,
Sino porque él es el sentimiento y el pensamiento, que no tienen tiempo ni espacio.
Peter Wild
De la Anarquía al Yagé
Un collar de semillas de sándalo traído de la India se mueve  en su pecho al compas de la melodía, el aire se pinta de colores mientras sus dedos danzan sobre la quena y los que escuchan la flauta caen como en un hechizo bajo el sonido de Oscar. Tiene un sombrero café  envuelto en una cinta de la que cuelgan plumas de: lechuza, cóndor y guacamaya “regalo de los cielos” dice él.
Hace unos años su cabello se elevaba en cresta, sus manos se vestían con tacheras plateadas, su ropa  casi siempre  era negra, se declaraba ateo y en su voz palpitaba la anarquía. “La cresta recuerda las tribus nativas americanas que eran más rebeldes, las que no se dejaban de los ingleses, las botas representan a la clase obrera… el punk es un movimiento que pretende la transformación del sistema pero desde la violencia, la crítica, hay mucha rabia y además no tienen planteamientos claros de transformación social y la gente no le cree a las cosas que no tienen claridad”.
 Danni, Kinder, Victor y Oscar formaron un grupo musical: “ Sátira” una banda de punk que pretendía  comunicar la injusticia y generar  propuestas de cambio, grabaron un Cd y estuvieron en un importante concierto en Venezuela, además de los toques a nivel nacional y local: Pasto, Cali, Popayán y otras ciudades. 
 “Hicimos una audición en banderas para recoger fondos, así pudimos ir a un estudio de grabación, pero la verdad nos bebimos parte de la plata y tuvimos que conseguir prestado”.
 “Repudiamos el capital, la injusticia, la represión… en la casa del político una bomba estallará… síntomas agudos de transformación, de imaginación y revolución anarquista.” Es parte de la letra de una de las canciones de Sátira, donde Oscar vibraba con las notas eléctricas de la guitarra y alzaba su voz de rabia.
En su memoria sobreviven los recuerdos de su pasado punkero, las alegrías y cicatrices que lo marcaron, como la vez en que se estaba celebrando “la vaca loca” en el barrio San Antonio:  “La policía llego porque estábamos haciendo mucha bulla y se armó el problema, no sé quien rompió el vidrio panorámico de la camioneta de los tombos pero me cogieron a mí, me echaron la culpa de todo y me llevaron para Fray Damián, en la madrugada me encerraron en un cuarto y me pegaron horrible. Cuando mi papá se dio cuenta de que me habían cogido no quiso ir a ayudarme, yo ya tenía muchos problemas en la casa y  él dijo que si me había metido en eso  solo pues que también tenía que asumirlo, mi hermano y mi novia si fueron a visitarme pero no me dejaron verlos; como era menor de edad no me podían llevar a la cárcel de “Villa Hermosa” por eso estuve tres días en ese lugar, hasta que pidieron una fianza, pero le metimos abogada y ella entendió que no era tan cierto todo lo que habían puesto, es que en esa declaración me acusaban de todo: asonada, daño a bien público, golpear oficial…  pero al final salí de esa”
Oscar habla del vacío en el que sentía giraba su vida, aunque la música siempre ha sido su conexión con el mundo, cuenta que no podía conectarse con la raíz; Su hermano lo invitó a una toma de yagé y fue en ese momento donde sus verdaderas raíces se movieron.
“yo no sabía nada del yagé ni siquiera sabía que sanaba, fue  la intuición la que me guió, mi hermano ya había tomado yagé un par de veces pero no me había contado de sus experiencias, fui muy abierto a ver qué sucedía. Después de que tomé me acosté en el pasto y sentía el latido de la tierra, me maree bastante, percibí  los colores como nunca los había visto, el verde de los arboles, el pasto lo veía  rojo, sentía la presencia de animales como el lobo  y trataba de comunicarme con la naturaleza, sentía que en el fondo yo podía  conectarme con todo. En medio de la pinta hable con el taita, pero él no me decía nada; aunque los taitas no digan nada sí están analizando astralmente; si un indio es muy charlón hay que ver si no es paisa, en la cotidianidad un indio es normal, pero en temas trascendentales a nivel espiritual, un indígena no te va a llegar echar el rollo, un indígena no se pone hablar demás, ellos no ven necesario decir tantas cosas, es mejor hacerlas, han aprendido el lenguaje de la naturaleza  que no habla si no que actúa, se siente.”
Cambio de vibraciones
“Me di cuenta que el punk  no era lo mío, pero si la música, los seres humanos somos música y el yagé me mostró eso… fue en una toma en la que decidí dejar a Sátira, yo hacía canciones como “ TLC para la mierda”, letras así, con mucha rabia, pero algo comenzó a cambiar y cuando estaba con la banda me iban llegando melodías y letras más frugales, empecé a cantarle a la naturaleza, a la belleza del mundo, también queriendo transformar pero desde otra onda, ya sin odio”  
Cuando estaba saliendo del punk Oscar buscaba la calma en las montañas cercanas y se iba a caminar con un amigo, se quedaban bajo las estrellas, sin carpa, ni cobija, protegidos con el calor de sus cuerpos,  esperando alguna señal…  “una vez nos fuimos caminando y llegamos hasta “el Pato” allá conocimos a un bionergetico muy interesante, Francisco, un tipo  místico, que ayudaba a la gente y no les cobraba; Él  nos invito a su finca y se puso a cantar unos “Icaros” que son los cantos del corazón, canciones que uno tiene en la memoria pero se han quedado dormidas. Una vez la novia de él que estaba en embarazo iba subiendo para la finca y el camino estaba muy lodoso, se agarro a llover durísimo y no podíamos bajar por ella para ayudarle, Francisco saco una flauta  hopi  y se puso a tocar en medio del aguacero, de pronto el cielo se despejo y dejo de llover, él nos miró , sonrió y dijo: “ nos dieron permiso” eso fue algo que me marco muchísimo, después de eso me tenía subiendo  a la finca cada  8 días; Con él aprendí a serenar el espíritu, a escuchar mi  música interna; es que uno tiene unos códigos de comunicación con el mundo y hay que empezar a recordarlos. Francisco también fue el primero en llevarme a un temazcal”
Oscar compró una flauta Boliviana y la música nació en su aire, en los círculos de yageceros lo empezaron a reconocer como “el flautero”, la explosión de sonidos se apodero de su alma, así iba cantado y tocando en todas las tomas  de yagé… Cuando estaba en Sátira también era reconocido por un sobrenombre “Es que yo era todo visajoso me dejaba las uñas largas y una vez para un concierto me las pinte de negro, una amiga se burlo y me dijo “Es que usted si es el propio viruñas, uy no viruñas no mejor el viru” y así me quede: el viru, todavía mucha gente me saluda así “ ¿Entonces qué viru qué se volvió?
La abuela, sagrada enseñanza
En una de las ceremonias de yagé Oscar se encontró con “La Abuela”, una mujer de tiempo y sabiduría que le mostro su camino, ése por el que puso en pausa la academia y la rutina. “La Abuela me dijo que yo tenía camino de kuraca, que tenía energía para esto, me invitó a que me fuera con ella cuando regresara al Putumayo”
Las frecuentes tomas de yagé generaron  una sensibilidad inmensa con la que Oscar entró en conflicto, tener que equilibrar la vida cotidiana: la del ruido, las responsabilidades y las injusticias, con toda la magia de la selva y la medicina de las plantas,  fue una experiencia que lo acerco a la locura, pero que también le dio la posibilidad de internarse en la naturaleza. “Yo me sentía muy atrapado, ya no podía estar en la maquinaria del sistema, aunque siempre fui muy reservado en la casa, se daban cuenta que estaba mal, de que algo me pasaba, y yo con ganas de irme al Putumayo pero sin un peso, al final vendí la guitarra eléctrica con la que tocaba en  Sátira y mi abuelita materna me regaló la otra parte del dinero para el viaje”
Con La Abuela, Oscar empezó asistir a las ceremonias, tomaba cada 8 días yagé,  a pesar de las criticas de su mamá que le decía que se le estaba convirtiendo en vicio  “Mi hermano y yo llevamos a mis papás a una toma con La Abuela, esa vez la medicina me hizo entender mi labor familiar. En la toma llovió mucho y el fuego estaba al aire libre, yo me quedé parado cuidándolo hasta el amanecer y el fuego no se apago aunque seguía lloviendo y fue esa noche que entone mi primer “Ícaro”,  me iban llegando  los cantos de los taitas, luego de esta toma  mis papás empezaron a ver  que el yagé me ayudaba a llevar una vida más tranquila y que era algo muy bonito que nos podía ayudar a todos a estar mejor”
Después de regresar del Putumayo  La Abuela le dio la bendición para que pudiera dirigir ceremonias de yagé con sus círculos más cercanos, invitaba a sus amigos, entre ellos a sus antiguos compañeros de música, que cuando no entendían su camino de Kuraca   lo tildaban de  evangélico, “Después de que mis amigos de “Sátira” asistieron a una de las ceremonias que organicé entendieron que ese era mi camino  y dejaron de presionarme para que volviera al punk”.
 Viaje al corazón de la madre tierra
Oscar empacó sus recuerdos, se protegió con plumas y semillas, se despidió de su familia y se fue en busca de su destino.  
“Íbamos para La Carmelita cerca del río Cohembi, nos fuimos en un bus destartalado, Cootransmayo cotransmalo será eso, llegando a Popayán se varó porque al chofer se le olvido echarle gasolina y al ayudante  le tocó irse en burro a buscar para tanquear y más a delante volvió a vararse porque al chofer se le olvido echarle agua y se daño el radiador… yo me imaginaba una escena con un jaguar no sé por qué lo quería casar, es que en ese momento se me metió el espíritu de un indio atravesado jajaja… pero Cuando llegamos me sentí frustrado porque no podía estar en el monte todo lo que yo quería,  por esos días mataron a Raúl Reyes y la finca donde nosotros estábamos quedaba como a dos horas del lugar del enfrentamiento, de ahí se escuchaban los helicópteros y los estallidos, la Abuela no me dejaba salir muy lejos, es que en la misma finca a veces andaba el ejercito, estaba muy peligroso.”
La Abuela le enseño a Oscar a repartir yagé, en las ceremonias no esta permitido que las mujeres repartan la bebida sagrada, solo los hombres pueden asumir este cargo y representa una responsabilidad poder hacerlo “El día que ella me estaba enseñando a repartir el yagé lo primero que me dijo es que tuviera mucho cuidado en no regarlo y zas se me rego un poquito , es que estaba muy nervioso”  También le enseñó  estar más atento a las señales de la naturaleza, a ser fuerte con las decisiones que tomaba y a darse cuenta que era un ser medicinal. “A los días de haber llegado cayó un aguacero impresionante, como será que la ventana del cuarto donde yo dormía se  desprendió, luego comprendí que esa era la forma en que la naturaleza me daba la bienvenida. Allá me la pasaba cogiendo maíz y arrancando yuca, me gustaba mucho hacer eso, era como recordar, no sé si otros presentes o otras vidas, pero sentía una alegría inmensa.”
El viaje también  estuvo poblado de dificultades y mientras Oscar cultivaba la tierra y aprendía a diferenciar los cantos de los pájaros, a sus amigos, esos con los que había iniciado su universo musical, les cortaron la libertad, cayeron presos.
“Yo llegue al Putumayo un miércoles y a ellos los cogieron el jueves, muy raro porque si yo hubiera estado allá  lo más seguro es que también me hubieran cogido a mí. Hubo un tropel muy fuerte en la universidad y se entro el ESMAD,  estaban Kinder, Danni y una amiga, ellos salieron corriendo y la amiga se cayó, como no pudieron salir de la universidad un vigilante les dijo que él les abría un salón para que se escondieran,  Danni y Kinder se metieron en un lado y el vigilante y la amiga de ellos en otro, cuando entró el ESMAD solo los cogieron a ellos dos, Kinder estuvo un mes en la cárcel y Danni 9 meses; a ellos los tenían ahí porque la policía necesitaba un chivo expiatorio, porque esa es la lógica de la seguridad democrática de encontrar oposición y satanizarla en todos los que no apoyen sus fines, hacer de todo opositor un terrorista para mostrar resultados. Mi  hermano iba a verlos todo el tiempo, cuando llegué del Putumayo fui a visitarlos, pero se me hizo muy difícil por mi condición energética, me daban nauseas y dolor de cabeza ir a aun lugar tan horrible como ese.”
Oscar regresó del selva con más calma y más sabiduría, conociendo la esencia y las virtudes de las plantas, el retorno a la Cali caótica de la que había huido no fue como un estallido violento si no una oportunidad de sanación “Yo al principio no quería devolverme, estaba muy contento allá pero el yagé me mostro que no  se trata de  ir al monte y quedarse allá para siempre, sino de regresar a la ciudad, si el universo me puso en el asfalto será para algo, y la gente más enferma está en las ciudades, así que acá es que toca curar.”
 Hamblecheyapi, la búsqueda de visión
En medio de la oscuridad de la noche solo se escuchaban los leves sonidos de los animales que rondaban, pálidas sombras al acecho, la soledad devoraba como un grito y Oscar temblaba esperando la visión.  Las búsquedas de visón son una prueba de resistencia física que tiene como propósito la conexión con energías más elevadas, el viaje interior al que solo se llega suprimiendo las necesidades tan acostumbradas: comer, beber, bañarse, hablar… son cuatro días y cuatro noches en  la soledad de la montaña, sin probar alimento, ni beber una gota de agua, sin hablar con nadie más que uno mismo. Antes de la búsqueda se entra aun Temazcal, se ora y se emprende el ascenso. Oscar llevó una cobija, un plástico, plumas, una vela para cada noche, su flauta y su sombrero.
“Hamblecheyapi es una palabra Lakota que significa llorar por una visión, se busca orientar el pensamiento y conectarlo con todo el universo externo e interno. La tercera noche  nos llevaron san Pedro, que es un cactus del que se extrae la corteza y se prepara a veces un polvo y otras un liquido, esa vez nos dieron a beber un poco, yo me sentía muy maluco, tenía nauseas y me dolía el vientre, empecé a sentir angustia, el amanecer era muy distante, hacia frio y la sensación cada vez era más fuerte, entonces comencé a rezarle a tonantzin que es la madre tierra, para que me trajera sosiego, y me quede dormido, soñé con una mujer, no le veía el rostro solo la veía vestida de blanco y extendía sus manos y me daba un liquido verde y yo bebía, quedaba satisfecho; cuando me desperté no tenia sed, ni malestar, la noche seguía en su plenitud pero no estaba desesperado porque amaneciera, estaba en ese presente pleno, de ahí no volví a dormir y disfrute cada instante, cada segundo.”
Ahora Oscar posee la chanupa que es una pipa sagrada para fumar tabaco en las ceremonias, tenerla es símbolo de evolución y fuerza espiritual; También le abrieron el camino para asistir a la danza del sol aunque se supone que solo  se puede entrar a este ritual después de realizar 4 búsquedas de visión y él solo ha hecho dos, los taitas le dieron permiso  por su fortaleza.
“Me abrieron el camino  a la danza del sol, que es la consagración de los hombres medicina, la  danza del sol consiste en danzar 4 días en total ayuno, al tercer día en la mañana se hace la ofrenda de pellejo, hacen dos pequeñas heridas en el pecho, cortando la piel y se inserta algo para poder colgarse del árbol de la vida,  hasta que la piel se rompe, y luego  se sigue danzando”.
Cuando camina por las calles de la ciudad  y observa algún halcón, águila, azulejo o algún ave con la que se sienta conectado, Oscar eleva la mano y luego se la lleva al corazón en señal de saludo. Dice que el universo nos envía mensajes y que tenemos que aprender a descifrarlos, él lo intenta cuando encuentra un caracol bajo sus pies o un viento frío pasa cuando hace una pregunta.  Mucha gente lo llama chaman y aunque a él no le molesta tampoco es una palabra con la que se siente identificado, dice que las palabras tienen poder y que esta ha sido bastante desvirtuada.
“Leí  un documento de la fundación de naciones indígenas amazónicas donde decía que preferían ser llamados taitas, kuracas o médicos tradicionales indígenas, a que los llamaran chamanes, pero eso es una cuestión más semántica un verdadero hombre medicinal no le importa cómo le llamen, está más preocupado en su servicio y en sus actos. El convertirse en un ser así es tratar de percibir toda la sutileza del universo, los pequeños cambios: como el clima que cambia cuando uno habla, la hoja del árbol que cae cuando uno pasa, esas pequeñas cosas en apariencia sencillas pero que indican transformaciones profundas.”
La melodía termina, los ojos cafés de Oscar brillan bajo el sol de la tarde y en su boca nace la palabra: tlazohcamati, que es un agradecimiento desde el corazón. Las plumas ondean entre sus cabellos, camina despacio en medio de la gente apresurada y una ráfaga de viento azul  aparece tras su camino.



Fotografías: Alejandra Lerma
Sobre la alimentación 

Uno de los actos cotidianos que tienen los seres humanos consiste en alimentarse y ya que me pregunto a cerca de la incidencia o no del camino rojo en las rutinas de vida de estas personas  por fuera de los contextos rituales, me parece interesante observar y analizar el tipo de alimentación que tienen.
En la finca La Brumana la alimentación es un  elemento de vital importancia, las personas que habitan este lugar consumen en su mayoría solo comida cultivada por ellos mismos, ya que consideran sumamente dañino ingerir productos que hayan sido tratados con químicos, y no solo desde la perspectiva de salud física sino desde la energética, ya que creen que los conservantes generan alteraciones en el funcionamiento de los órganos del cuerpo lo cual repercute en la energía y estados de ánimo del consumidor, también creen que la vida y sobre todo la muerte que haya podido tener un animal que va a servir de alimento incide en la energía del que lo coma,  por ejempló para ellos una persona que dentro de su dieta tenga un alto porcentaje de consumo de carnes, podría llegar hacer más violenta que una que consuma menos, porque el proceso de digestión en estos dos casos tendría una gran diferencia, la ingesta de carnes  obliga al cuerpo a invertir más tiempo y energía en el proceso de asimilación y evacuación en cambio algunos vegetales, granos, entre otros, facilitan la digestión, y al estar el cuerpo más liviano, el ánimo también estaría en relativa armonía. Aunque se identifican con el vegetarianismo, tienen un pequeño estanque con peces para que una de estas personas pesque un par de veces al mes y consuma este tipo de carne; Cuando pregunté el por qué de esta práctica me contaron que en “La danza del sol” (ritual de celebración y adoración del sol, que consiste en danzar durante 4 días en total ayuno de alimentos y líquidos, y en el que al tercer día se hace “una ofrenda de piel” en la que los danzantes son colgados de un árbol que consideran sagrado :“El árbol de la vida”, y se les insertan una especie de ganchos en  la espalda o en el pecho hasta que se revientan; Este ritual es llevado a cabo en Ecuador en el mes de junio.) luego de terminar el ayuno les sirvieron una porción de carne y que al consumirla sintieron una inmensa fortaleza, así que optaron por no privarse totalmente de este alimento, pero  dicen que su manera de relacionarse y de consumir la carne es distinta de la que pueden tener muchas personas, ya que ellos  agradecen de manera profunda y consiente a la energía del animal por dar su vida para que ellos se nutran, y tampoco consumen cualquier tipo de carne, prefieren el pescado ya que retomando la creencia de la que hable anteriormente sobre la vida y muerte de estos animales, consideran que los peces por vivir en un ambiente acuático llevan una existencia más amena, ya que para ellos el agua  genera estados de tranquilidad y limpieza energética.

 Algunas de las personas que hacen parte de estos círculos ceremoniales no solo llevan una dieta vegetariana si no que  la promueven , e incluso una de sus entradas económicas  se basa en la venta de productos orgánicos que ellos mismos cultivan y procesan, como vinos, mermeladas, tortas, frutas, entre otros.


Estas apropiaciones de discursos y creencias frente  a una alimentación adecuada, que manejan las personas sobre las que investigo en su mayoria no son producto de  la educación que les proporcionaron sus familias  sino que aparecen en el ámbito de exploraciones personales, conectadas con algunas formas de vida religiosas (budismo por ejemplo)  o la reunión y re significación de diversas practicas. Encuentro casi como una constante que la gran mayoría de estas personas (a excepción de los taitas de los que ya he dicho que en su tradición yagecera consideran importante el consumo de carne animal ya que les proporciona la energía necesaria para hacer sus curaciones y rituales) actúan con su descendencia de una manera incluso opuesta a la que ellos recibieron en calidad de hijos;  de a cuerdo a  lo anterior me parece interesante citar este ejemplo:
Una mujer que hace parte del circulo femenino de la red de arte planetaria de Cali, en una de la reuniones en las que precisamente se estaba tratando el tema de la alimentación  expresaba su angustia frente a la forma de educar a su hijo, un niño de 5 años que acaba de entrar al jardín escolar  y está “acostumbrado” a una dieta vegetariana desde el momento de su gestación, pero que al llegar a esta escuela donde a la hora del almuerzo le sirven lo mismo que a los otros infantes, en este caso comida “balanceada” como expresan las profesoras: con carne y de refrigerio leche, toma la decisión al no encontrar  o quizás no poseer los recursos económicos suficientes para enviarlo a una escuela donde tengan una alimentación alternativa, prepararle su propio almuerzo y refrigerio sin embargo el niño no quiero comerlo pues desea comer lo mismo que le sirven a sus compañeros. La mamá de este niño se ve obligada a llegar a un acuerdo con una de las cocineras y pagarle para que prepare comida vegetariana a su niño pero que se la sirva en los mismos platos que a los otros estudiantes, a pesar de esto el niño prueba de la comida de sus amigos y luego en su casa  desea que también le sirvan carne.
El conflicto de esta mujer es similar al de muchas madres que se enfrentan con la falta de apetito de sus hijos o la preferencia por alimentos que según su visión no son saludables, pero en este caso también se da  una preocupación de orden energético ya que esta madre teme que su hijo al ingerir ciertos productos como lácteos y  carne  “contamine” su energía y pueda comportarse violento, además de las implicaciones emocionales que según ella puede presentar el niño al ingerir carne de animales que murieron en condiciones de alto sufrimiento físico. 

Algunas de las personas que hacen parte de estos círculos ceremoniales no solo llevan una dieta vegetariana si no que  la promueven , e incluso una de sus entradas económicas  se basa en la venta de productos orgánicos que ellos mismos cultivan y procesan, como vinos, mermeladas, tortas, frutas, entre otros.
CUERPOS, OBJETOS Y APARIENCIA   

 
Dentro del universo ritual que investigo existe una gran variedad de creencias  y practicas frente al cuerpo y la apariencia, no solo la alimentación resulta un elemento importante, también factores como la manera de vestirse, de hablar, los objetos que se tienen y la relación con la materia es fundamental dentro del camino rojo.
Por ejemplo  en cada ritual debe hacerse un altar, para los temazcales, ceremonias de chanupa, tomas de yagé, entre otros,  siempre debe existir un espacio en el que se colocan objetos considerados de poder  o medicinales (termino que se refiere a elementos que se cree ayudan a sanar el cuerpo físico y energético)  con el fin de honrar las energías que se mueven en la ceremonia  y de recordar a los ancestros.

                                       Altar a la " Madre Tierra"- celebración del 7 de Diciembre 2010
                                             Altar para el Temazcal

                                                                                       Fotografías: Alejandra Lerma

Estos altares no solo aparecen dentro de las ceremonias sino que la gran mayoría de personas que hacen parte de este camino utilizan algún espacio de sus casas para el mismo fin, donde colocan  objetos que representan sus creencias o según ellos los conectan con alguna energía en especial, como el maíz que sería la abundancia, las plumas de algunos pájaros que recuerdan a los espíritus del cielo, las piedras consideradas las abuelas, plantas medicinales, tejidos pertenecientes a alguna comunidad indígena, etc.   
Oscar, (el hombre fuego)  habla de su altar con mucho respeto, lo tiene ubicado en su habitación:  “los altares tienen objetos sagrados que representan un poder; esos símbolos  activan la memoria acerca de nuestro territorio, nuestros ancestros, evocan la conexión con la naturaleza y las tradiciones nativas. El lugar donde se pone es como un centro energético que se busca sacralizar, con algunos fines, como orar, y proteger.”   

                                                  Altar  ubicado en la casa de Oscar ( hombre fuego)
Esta es una muestra de cómo algunas de estas personas re significan  espacios,  llevando a la cotidianidad practicas y objetos que inicialmente hacen parte de contextos rituales.
 Respecto al cuidado del cuerpo durante las ceremonias se utilizan una serie de elementos que se creen ayudan a armonizar la energía, un caso sería en las tomas de yagé el uso de “fluidos” (compuesto de plantas medicinales y aromáticas en forma líquida) que se untan en ciertas partes del cuerpo como la cabeza y el cuello, también se mambea (termino que indica consumir mambe o sea hojas de coca maceradas)  para aclarar el pensamiento y alimentar el espíritu, ciertos inciensos son usados para limpiar la energía y aromar el cuerpo.  Como lo que sucede con los altares, estos elementos también son llevados a la cotidianidad no ritual: Pablo, un joven  estudiante de medicina en la Universidad del Valle, dice que antes de atender a un paciente se aplica un poco de estos fluidos y que finalizada la cita usa incienso para  que su energía no quede contaminada por la enfermedad que presenta la persona. Aunque existen unas reglas sobre la manera en que deben vestirse los estudiantes de medicina en el momento de realizar algún procedimiento, este joven lleva debajo de su uniforme collares y manillas tejidas por los taitas con los que ha tomado yagé, cree que estos objetos lo protegen en lugares que tienen energias tan complejas como los hospitales.

 
El concepto de dolor y la relación que se tiene con él, resulta particular en el camino rojo, si consideramos que vivimos en una sociedad occidentalizada que procura evitar el dolor físico y ofrece un sinfín de posibilidades para generar placer en el cuerpo. En general las ceremonias que se realizan dentro de este camino no son precisamente  las más agradables para el organismo, bien sea por los sabores y efectos de las “medicinas” en su mayoría amargas y  generadoras de vomito o diarrea, las altas temperaturas de calor a la que se somete el cuerpo en los temazcales, el uso de plantas como la ortiga amazónica que produce salpullido y comezón   o incluso  “la ofrenda de cuero” en “las danzas del sol”, donde los participantes  se cuelgan de ganchos para arrancar pedazos de su piel como símbolo de agradecimiento a los dioses.  
En los testimonios recogidos durante la investigación encuentro que la percepción frente al dolor es comparada con las pruebas de la vida, por ejemplo en los temazcales cuando alguien se queja del calor, el dirigente del ritual dice que si  la mente logra vencer esa incomodidad también se está venciendo un miedo o un problema emocional específico. “las practicas que se pueden considerar como dolorosas, lo que hacen es poner a prueba la mente y  volverlo a uno más resistente  para aprender a estar calmados y armónicos en los momentos críticos, no solo de los rituales si no de la vida.”  Pablo.
Plantas como la ortiga también son utilizadas fuera de los rituales, algunas de estas personas recurren a su uso  cuando tienen molestias musculares o sienten “estancada su energía”, los beneficios que se le adjudican a  esta mata son múltiples van desde mejorar la circulación hasta generar  armonía en el ánimo; a pesar de que es un arbusto que alcanza grandes alturas, muchos lo siembran en  materas que tienen en sus apartamentos o casas de la ciudad, para poder “ortigarse” cuando lo sienten necesario.
                                                   Ortiga- en contexto ritual                                                
  Fotografías: Alejandra Lerma
Enlazo las reflexiones anteriores a cerca del dolor fisico o las incomodidades corporales con un ensayo sobre los usos y percepciones del yagé  en contextos urbanos, en el que se alude a una investigación donde se encuentran distintas opiniones de por qué asistir a  estas ceremonias.


"Se pueden dar muchos ejemplos  del desorden epistemológico –o conceptual– que genera en nuestras mentes condicionadas por la academia universitaria el consumo ritual del llamado "bejuco del alma" o "liana del espíritu". En un reciente estudio sobre las motivaciones que han llevado a los habitantes urbanos al consumo del yagé, sus autores, los psicólogos Andrea Vélez y augusto Pérez, postulan cinco tipos de razones: la curación de enfermedades somáticas, la terapéutica emocional, la búsqueda espiritual, intereses académicos y la búsqueda de una experiencia alucinatoria (Vélez y Pérez, 2004: 323334).
Más allá de qué tan pertinente resulte esta clasificación –y su pertinencia es muy dudable: ¿cómo
imponerle a la medicina del yagé el dualismo cartesiano que separa los asuntos del cuerpo
material, de soma, de los asuntos del alma, del espíritu, de psyhké?– los resultados de su estudio
cuantitativo sobre la base de la aplicación de una escala a una muestra de cuarenta urbanitas –
veintiséis hombres y catorce mujeres, con una media de edad de 31,6 años– revela detalles
interesantes. Según estos expertos, y por cierto que augusto Pérez lo es en temas como la
farmacodependencia, la mayoría de los participantes opinan que el yagé tiene propiedades que
favorecen los procesos curativos –un 82,5 por ciento de la muestra ve en el yagé un poderoso
elemento en la limpieza corporal–. Así mismo, un 84 por ciento de los participantes piensa que el
consumo ritual de la decocción le permite enfrentar con éxito situaciones personales problemáticas,
lo que hace de la dimensión emocional algo bien importante en la comprensión del fenómeno. Un
importante porcentaje de la muestra –67 por ciento– opina que el yagé permite ascender en una
escala espiritual, más en el sentido de paz interior y de paz con el mundo exterior que en términos
de la búsqueda de una deidad superior. Las razones académicas, opinan los autores, son las que
aducen las minorías profesionales como aquellas a las que pertenecen los antropólogos y los
sociólogos, y por lo tanto no son muy importantes, 118 como tampoco es relevante la búsqueda de
una "supertraba" mediante el consumo de la bebida, lo que puede no ser tan placentero como bien
lo saben los yageceros recorridos."

El yagé, el purgatorio y la farándula, revista Antípoda de antropología y arqueología. N 6 de 2008

"  Nosotros entendemos el dolor como un mecanismo para desarrollar facultades, los rituales surgen como una necesidad para nuestro tiempo, aprender que poder estar bien es un merito, que hay que pasar pruebas y enfrentarse a uno mismo y a las dificultades externas para lograr la armonía; la gente que juzga esto no lo asume así, porque  su visión es la de occidente que tiene un mecanismo de vida basado en la venta y el individualismo, esto  genera todo un panorama de estar bien y el modo de llegar  a estarlo es con dinero, sin esfuerzo espiritual, ni profundo, a pesar de lo que se tenga que hacer por conseguir esos insumos. Nosotros dentro del camino rojo no pretendemos tener la verdad  absoluta, solo abrimos el corazón a los mensajes del cielo y la tierra, del sol y la lluvia, de los espiritus ancestrales y honramos con humildad la belleza del universo." Oscar (hombre fuego.)

Llegar a unas conclusiones generales me parece inapropiado, considero que si existen conclusiones  aparecen a lo largo de la investigación y no como un resumen final, quizás porque las mismas son demasiado complejas para resumir en un par de líneas, y sobre todo porque nada concluye totalmente; el universo se transforma y  se mueve cada segundo, nosotros nos movemos junto a él y  no puedo decir que la información que he rastreado y analizado es perpetua. El camino rojo de ayer fue una construcción de pueblos ancestrales creada a partir de otros pueblos y conocimientos, el camino rojo de hoy  retoma algunas creencias y rituales del primero ( si es que existe un inicio puro) se adapta a las condiciones actuales, se transforma, olvida, renueva y nace para ser otro sendero teñido del mismo color, y seguramente el camino rojo de mañana será distinto al que se vive hoy… quizás los unirá siempre la necesidad de encontrar respuestas conectándose con la naturaleza y los dioses a través de rituales y creencias.